De Padilla a Padilla

Hoy toma posesión el nuevo rector de la Universidad de Guadalajara, Tonatiuh Bravo Padilla, uno más de la estirpe del grupo UdeG.

Con su llegada se esperaría el inicio de una nueva era en esa Casa de Estudios, pero el análisis de sus cuadros cercanos refleja lo contrario.

Y es que tras la crisis vivida en 2008 -con la destitución de Carlos Briseño Torres-  la universidad retornó al absolutismo del padillato, mismo que parece que Tonatiuh Bravo dejará intocado.

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Hoy toma posesión el nuevo rector de la Universidad de Guadalajara, Tonatiuh Bravo Padilla, uno más de la estirpe del grupo UdeG.

Con su llegada se esperaría el inicio de una nueva era en esa Casa de Estudios, pero el análisis de sus cuadros cercanos refleja lo contrario.

Y es que tras la crisis vivida en 2008 -con la destitución de Carlos Briseño Torres-  la universidad retornó al absolutismo del padillato, mismo que parece que Tonatiuh Bravo dejará intocado.

Miguel Ángel Navarro Navarro, vicerrector; José Alfredo Peña Ramos, secretario general, se mantienen en sus puestos. 

Destaca la presencia de Gustavo Cárdenas Cutiño, encargado de las finanzas de la universidad, quien estuvo en el equipo de Raúl Padilla y del extinto Carlos Briseño.

Quizá lo único que cambie ahora será la relación con el Gobierno del Estado en donde la UdeG tiene a más de un aliado,  como al secretario de Planeación Administración y Finanzas del estado de Jalisco, Ricardo Villanueva Lomelí, quien también pertenece al Grupo Universidad.

Centro de Control de Confianza vulnerado 

El fin de semana pasado se registró un robo más en la zona de Chapultepec. Un asunto que a nadie sorprende, pues en los últimos años toda esa zona se ha convertido en tierra de nadie. 

Robos a mano armada de computadoras, celulares y autopartes es el pan de cada día para los incautos que frecuentan el área.

Pero el robo de este fin de semana no fue uno cualquiera y deja en claro que la situación de inseguridad en Guadalajara está más grave que nunca.

Hoy el Estado de Jalisco, como institución, fue el agraviado, pues se robaron 103 computadoras del Centro de Control de Confianza, dependencia en donde se realizan las pruebas a policías y mandos de seguridad. 

Pero según dicen las autoridades no hay de qué preocuparse puesto que las computadoras estaban nuevas y no contenían información confidencial. 

De lo sucedido caben las siguientes preguntas: ¿Qué medidas se van a implementar para garantizar la seguridad de estas áreas sensibles? ¿Qué certeza tenemos los ciudadanos de que la información que registra el Estado no está siendo utilizada en beneficio de algún tercero, llámese algún grupo criminal? 

El robo refleja lo endeble de la seguridad en el Estado. Además, la salida masiva de policías que no aprueban el examen prende focos en Jalisco, sobre todo en este momento en el que nuevos grupos delictivos salen a la luz y se presentan  con impunidad manifiesta.

El despojo de computadoras se da a pocos días de la firma del convenio de Seguridad del Gobierno de la República con Jalisco. 

Y es que pareciera que la autoridades federales tiene otra versión de lo que ocurre en Jalisco, en donde sigue sin ser resuelto el asesinato del secretario de Turismo, Jesús Gallegos Álvarez.

La estrategia federal incluye la intervención de la Secretaría de Hacienda; a ver si de una vez terminan con la fama de Jalisco como uno de los estados de México donde más se lava dinero. Ojo, lo dice la DEA.

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