De libramientos y otros tours
¿De qué sirven los parques industriales modernos, bien planeados y urbanizados si los accesos a estos campos están minados? Carreteras, intersecciones y libramientos están plagados de hoyos, baches, pozos, concreto quebradizo, grava, escombros, partes de vehículos, clavos, tornillos y aceite
Arturo Fernández CisnerosSeguramente usted ve las noticias locales de vez en cuando; es complicado buscar enterarse de todo lo que acontece y ambos nos cuestionamos acerca de todo lo que pasa. Lo que no interesa pasa desapercibido; por ser animales nos distinguimos por tener memoria selectiva y también por ser corta, sobre todo cuando no nos importa ni nuestra colonia.
Y como sólo una minoría utiliza la bicicleta en este ranchononón, optaré por las mayorías que utilizan automóviles para trasladarse de un sitio a muchos, aunque sean de menos de 200 metros. La sensibilidad siempre será distinta.
Una noticia muy exclusiva que muestra una variable muy interesante -y que seguramente alguien la está analizando para alguna tesis de posgrado o doctorado, obviamente con el marco teórico o referencial de la agenda setting- es acerca de los tours que se da el Ejecutivo y a veces el administrador municipal de la ciudad de Monterrey para aprender y pregonar las acciones -o al menos eso dicen- que toman aquí en la Zona Metropolitana de Monterrey en el presente y dentro de unos años. Ya se la sabe. Eso no importa: la cosa es presumir y no hay nada mejor que los intangibles esos de los que se pueden escribir muchos libros, pero nunca se ven en físico. Mera imagen y reputación escasa pero buena, o mucha de la mala. Jaime Rodríguez se convirtió en experto en estas loqueras. ¿Qué cosas, no?
¿Y a todo esto, qué?, te preguntarás.
Pues aquí uno se responde: ¿de qué sirven los parques industriales modernos, bien planeados y urbanizados, si los accesos a estos campos están minados? Tanto carreteras como las intersecciones con las mismas y los libramientos noreste con la carretera Colombia-Nuevo Laredo y hacia Monclova. Es más, la conexión Manuel L. Barragán-Sendero Divisorio es un augurio de cómo está más al norte.
Hoyos, baches, pozos, boyas, pintura destruida, asfalto, concreto quebradizo y resbaladizo más la grava, escombros, maderas, partes de vehículos, clavos, tornillos, pijas, aceite, lixiviado y servidores públicos ausentes o desentendidos.
Los viajes para atraer inversionistas de empresas americanas y una que otra de más lejos quizá no es suficiente para hacerle frente a la modernidad. Lo visual es importantísimo, pero la funcionalidad y estado eficiente de los caminos para llegar a plantas y corporativos no están para presumirse. Y hasta malas decisiones por el simple hecho de omitir consultar el Atlas Hídrico o de aguas de la Zona Metropolitana de Monterrey. Recuerde el paso deprimido sobre la kilométrica Lázaro Cárdenas frente a la unidad Mederos de la Autónoma de Nuevo León cuando una tromba o huracán X… La onda fue que éste colapsó y se inundó a causa de ese bello fenómeno natural. Y también es de recordar aquella fugaz, coqueta y dadora de llaves por doquier y que como primera alcaldesa de Monterrey ya había dejado la administración municipal cuando sucedió este desastre y todos le arrimaron la culpa a ella; luego salieron con que fue el gobierno estatal, para después confirmar que esa obra fue construida por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. También mentalice todos los puentes, pasos tristes, vialidades secundarias y avenidas grandotas que al paso de estos fenómenos se colapsan, allí también tenemos mucha culpa nosotros… pero hablar de la carencia de cultura y educación cívica es otra cosa.
El atlas podrá ser físico o electrónico, pero en lo tangible no fue consultado para los asentamientos de fraccionamientos en las afueras de la ciudad, donde fueron construidas casas y residencias en las laderas y faldas de los cerros que rodean nuestra ciudad. Eso lo dejamos para después. También intangibles son los permisos de usos de suelo, construcción y toda esa tramititis de la burocracia que nada más no se justifica.
Y así también las negociaciones contractuales tripartitas, pero en el mantenimiento uno o dos incumplen porque a dos o tres no les corresponde y al final la mala imagen se la queda el Estado.
Líbranos señor de tanto administrador y danos mas gente con sentido común.
Esta rola, además de guapachosa y con una fuerte carga de activismo, tiene una invitación a pedalear y pedalear, ya que no hay otra forma de progresar. Aumenta defensas y no emite mugrero. La bicicleta es mágica, ¿a poco no?
La cumbia de la bicicleta / El David Aguilar – 2014
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