El 26 de junio de 2001, el entonces presidente Vicente Fox se ufanó de que “jamás habíamos logrado destruir tantos plantíos de mariguana”.
Doce años después lanzó públicamente la propuesta de que México se convierta en un “proveedor oficial” de mariguana de los Estados Unidos.
Sin embargo, las mariguandas de Fox no pararon ahí.
El expresidente también quiere que la droga se distribuya en a través de tiendas de conveniencia como “Oxxo”, y dedicar su hacienda San Cristóbal al cultivo de esta hierba.
Vicente Fox no aclaró si para el cultivo pediría un apoyo del Procampo o si se las está “tronando” junto con Marta.
El expresidente tampoco dijo si ya entabló pláticas con El Chapo Guzmán para construir una alianza comercial.
Puntilla para Madero
Los “Panistas por México” condenaron por igual a los calderonistas que a Gustavo Madero.
Dijeron que dirigentes y servidores públicos (Madero y calderonistas) han antepuesto sus intereses personales y de grupo al bien del partido y de la comunidad, lo que ha traído como consecuencia la “desfiguración” del PAN.
Evidentemente el coscorrón de los nuevos líderes morales del panismo se sintió más en las oficinas de Coyoacán que en la fracción calderonista del senado.
Y es que antes de que se hiciera explicito el pleito, los calderonistas ya estaban más que chamuscados tan solo por el hecho de identificarse con Felipe Calderón.
En cambio, la imagen de Madero no habría resultado tan afectada si no hubiera nombrado a Jorge Luis Preciado como coordinador de la bancada.
Está claro que la condena de los “Panistas por México” servirá para que Gustavo Madero deje de soñar en la reelección, y para que los calderonistas desistan de su intentona de adueñarse del PAN.
Quiérase que no, los nombres de Alberto Cárdenas, Fernando Canales, Ernesto Ruffo, Carlos Medina y Fernando Elizondo son mejor aceptados entre los panistas que los apellidos Calderón o Madero.
Visita exprés
Y mientras los “Panistas por México” seguían reunidos en el DF, Gustavo Madero realizó anoche un viaje relámpago a Monterrey.
Primero visitó a una de sus hijas que estudia en el Tec, pero por la noche siguió con su agenda partidista.
Tenía programada una reunión con alcaldes albiazules del área metropolitana de Monterrey. El tema: la crisis que vive el PAN y las elecciones estatales.