La frustración y desesperación de los jugadores y cuerpo técnico de los LOBOS BUAP al marcarles un penalti en contra, que en rigor no debió ser marcado, es mas que justificada y natural, se jugaban la vida en ese partido ante Rayados en Monterrey, de hecho, surgieron opiniones y comentarios durante la transmisión pidiendo crucificar al árbitro Marco Antonio ORTIZ por ese error al que le sumaban la angustia por la crítica condición de “perder este juego es descender”. A todos ellos, los jugadores y cuerpo técnico que reclamaron airadamente en la cancha, los fieles aficionados que acompañaron a los de la BUAP, solo que ‘OLVIDARON’ que Rayados ganaba 2-0 y que JULIÁN QUIÑONES, el goleador de los Lobos, había fallado un penalti que hubiera sido el 1-1 parcial.
PENALTI DE VERGÜENZA
Y no es el penal que el silbante Ortiz marca para el 3-0 de Rayados, de hecho, ésa fue la única mancha en el arbitraje de esa tarde en la cancha de Rayados. La vergüenza absoluta es la forma tan displicente, ‘aflojerada’, ‘DE HUEVA’, con la que el peruano encaró a Jonathan OROZCO, arquero rayado, prácticamente telegrafiando, regalando ese disparo, tomando solo un par de pasos para ‘chutar’ ese bomboncito.
TAMPOCO ES ESE PENALTI
El que marca el descenso de LOBOS BUAP, la realidad es que ascendieron hace un año casi de milagro, el técnico Rafa PUENTE JR. persiguió y consiguió refuerzos a préstamo para apuntalar la plantilla, la directiva apostó por no firmar contrato de televisión esperando no sé que ofertón que nunca llegó y así soportan, sin ese ingreso, más de la mitad de la temporada pasada en la que realizaron una sorprendente campaña que suponía, si mantenían la inercia, la permanencia en la LIGA MX. La carroza se les convirtió en calabaza, la indiferencia de un público escaso que casi nunca alcanzó a llenar su Estadio pequeño y la peor…
¿RECURSOS PÚBLICOS?
No hay claridad en el origen de los recursos para sostener al equipo en Primera con escasos ingresos de patrocinadores, sin grandes taquillas, cargando con el peor contrato de tele, sólo apunta al uso de recursos públicos de la propia Universidad para sostener al equipo, tema que la propia Femexfut y, sin duda, el Congreso Local en Puebla no pueden autorizarlo, al menos en presupuestos transparentes.
LOBOS BUAP no tiene ni infraestructura, ni proyecto, ni capacidad de estrategia mercadológica y, tristemente, ni una afición numerosa que apoye al equipo cuyo sitio, no es peyorativo, es sostenerse en la División de Ascenso… sin ascenso. Suerte para ellos y a la Rectoría de la Benemérita Universidad Autó- noma de Puebla, el deseo de, si van en serio, formen desde ya un patronato autónomo, independiente que NO utilice ni un peso del dinero público destinado para los muchos otros temas inherentes a la actividad académica.. así de fácil…
