En 4 años el PRD cumplirá 30 años, y con ello Cárdenas, emulando a Porfirio Díaz, habrá sido su dictador. Olvida él y todos los fundadores que la izquierda es una posición ideológica y no un escondite. Su actual malestar es comprensible, durante años fue heredero de prebendas que gobiernos priistas y panistas mantuvieron ocultas a su favor en Petróleos Mexicanos, que hoy se han esfumado.
Tras haber convertido al PAN en sumisa fracción al servicio de Los Pinos, Salinas de Gortari encontró la forma de apaciguar al caudillo sin batallas. La paraestatal dio entonces motivo para que el malencarado sonriera y sentara las bases para poner a su hijo en la silla del hoy derruido Michoacán.
Todas esas huestes que se inclinan hacia el tlatoani amarillo, se sorprenderían de las encumbradas personalidades que cenan y departen en lo oscurito con quien naciendo en el ala derecha, oportunamente se acomodó en la izquierda, no obstante que las carencias y la lucha por los que menos tienen nunca ha sido suyo.
Su mejor época llegó con Juan José Suárez Coppel con quien departió alegremente en diversas mesas en las que lo mismo se negociaban reformas, que buenas oportunidades para el fundador y sus incondicionales.
No hablará el JJ de la forma en que obtuvo la anuencia para iniciar el proceso reformador, y mantener enjauladas todas las críticas y señalamientos que hubieran evitado poner al otrora descentralizado donde está hoy.
Sin embargo, al abad de la basílica de Marina Nacional, le sacaron los tesoros por la puerta de atrás y hoy que se da cuenta de que es demasiado tarde, pretende recular hacia el control del partido que diera origen al dolce far niente que tanto practica su familia y la alta dirigencia del PRD.
La expropiación petrolera -desde el punto de vista jurídico- fue un abominable atropello en el que si haber causa de utilidad pública, se concretó un capricho para ejecutar el plan carretero de un presidente desfondado.
Siendo un vicio, nos llevó a otros, como a surtir de petróleo a la Alemania nazi, burlando el bloqueo, al tiempo de arrebatar la industria a los europeos para entregarla al vecino del norte, quedándonos durante décadas sólo siendo productor. Pemex jamás alcanzó buen nivel más allá de la predatoria extracción récord, dado que los “contratos” del efectivo negocio se otorgaron siempre a grandes transnacionales.
La historia no contada colocaría al Tata en otra perspectiva, pero a quienes han detentado el poder siempre les ha resultado atractivo mantener a esta familia, que sin tener origen humilde y sin conocer las necesidades populares, controlan y manipulan a grandes contingentes que han evitado la formación de un verdadera corriente de izquierda con peso real y efectivo.
Basta ver que Bejarano es su nuncio y publicista, para caer en cuenta que la llaga es la del bolsillo, y que los gerentes que se encontraban administrando al lucrativo partido ya no le son gratos.
¿Podrán seguir hablando los perredistas de dinosaurios en otros partidos?