Cuando el tiempo nos alcance

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
Comparte esta nota

¿Cómo podemos darnos cuenta si es que ya estamos en el futuro? ¿En qué momento llegó la distopía que no nos dimos cuenta? ¿Acaso vivimos un presente que es peor que nuestro pasado?

Un lejano 1966, la pluma de Harry Harrison y la imaginación de que en un futuro 1999 la ciudad de Nueva York estaría sobrepoblada, fueron suficientes para escribir la novela “¡Hagan sitio!, ¡hagan sitio!” y que siete años después sería llevada al cine con Charlton Heston en el protagónico.

A 45 años de distancia “Cuando el destino nos alcance” sigue vigente en nuestra sociedad, inclusive Harrison supo vaticinar los horrores de una humanidad convulsa y caótica que carece de remedio ante su modernidad.

No fue del todo bien recibida en su momento, tal vez el escozor que causa es por lo que se prefirió ignorar, aun así recibió el Premio Saturn como la Mejor Película de Ciencia Ficción del Año y guarda más del 70 por ciento de aprobación en Rotten Tomatoes.

Tal vez “Cuando el destino nos alcance” hizo un pronóstico demasiado arriesgado en el futuro (aunque no descabellado) y es que en el guión escrito por Stanley R. Greenberg se prefirió cambiar el año al 2022 y se auguraba que para ese entonces la Gran Manzana tendría 40 millones de habitantes. Ahora mismo viven ahí 8.5 millones de personas.

Otra realidad que nos aqueja ahora y que igualmente se argumentó en el filme, es que estamos padeciendo el día de hoy las consecuencias de la contaminación y los gases de efecto invernadero.

Mientras unos se preocupan por hacer un cambio en dejar de usar combustibles fósiles en la actualidad, los grandes corporativos siguen empujando para minar hasta el exterminio el carbón, petróleo y más componentes que dañan al planeta y el ecosistema.

Absurdo que el presidente actual de los Estados Unidos y de origen neoyorkino diga que esto solo es un invento y no quiera enfrentar las consecuencias, entonces ¿en qué momento empezamos a vivir en una ficción?

Somos producto de nuestras propias pesadillas y esta película parece hacer una metáfora de que en lugar de que el destino nos alcance, es ahora cuando el tiempo nos alcanza, sólo basta también echarle una mirada al documental “Before the flood” (2016) –“Antes que sea tarde” en español– que produjo Leonardo DiCaprio, donde se expone la cruel verdad de cómo maltratamos a la Tierra.

Mar, cielo, suelo, todo está devastado por la huella humana ¿Cuánto más tenemos que esperar para dejar el silencio incómodo y tomar acción? ¿Recordamos el pasado con consuelo o es que acaso en verdad era mejor que nuestro presente? El tiempo se acaba para todos.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil