Porque nada vuelve a ser lo mismo, a pesar de tantas experiencias del pasado, el episodio de la última semana del reality protagonizado por el adolescente ejecutivo difícilmente se olvidará; pero: ¿qué se puede esperar ante tanto maltrato a la inteligencia o ingenuidad del espectador? ¿Hasta dónde llegará la hostilidad entre poderes? Quizá se leen como una cuestión retórica; quizá lo sea o no. Por donde se le busque hay un desastre. ¿Cómo podríamos ser libres?
La reputación e imagen del retornado Samu-Elon está en el cerco: herido, agonizante, con situación ingobernable e imparable en crear distractores; para muchos no es sorpresa que en Nuevo León se den estos experimentos políticos; en el centro del país les fascina o excita la idea de hacer desmadre en la capital de la carne asada y el futbol; solo vemos patalear, berrear y continuar con la vida regia mamerta; con un equipo en la Liguilla, celebrar todo; hasta lo ostentoso que es ser el hazmerreír del país con ese talento innato de regar amparos por todos lados. Al cabo nunca pasa nada, ni pasará.
La danza política a la que nos están acostumbrando se está convirtiendo en un slam de corridos tumbados en el que todos se quieren descontar, sin rasgarse las vestiduras o bajarse de candidaturas.
Se ha puesto a pensar: ¿cómo actúan los depredadores cuando están acorralados?
Una peculiaridad de este circo fue ventilar la negociación con el crew mayoritario del Congreso del Estado; algo inédito en cuanto detalles que quizá deberían estar fuera del guión; o acaso es parte de esta espontaneidad tan cómica del Ejecutivo. No es para hacerse el obtuso, así es el ejercicio de la política gangsteril –preguntémonos de nuevo: ¿a poco no hacen lo mismo en el despacho privado? En las redes de intercambios de favores, en el tráfico de influencias al interior del gabinete, entre otros ingredientes de los que se hablan en todo el país.
Un tip sin solicitud: cuidado de no tomarse en serio a la gente que está pasándola mal a causa de su salud mental, solo ellos saben cómo la están viviendo con el desabasto, la inequidad, el desprecio, más las carencias de cultura y educación de la sociedad; los padecimientos para tratar en su mayoría incluyen antidepresivos, ansiolíticos y demás estimulantes. Quizá te hace falta darte el roll a esos Centros Especializados en Salud Mental reinaugurados.
Los compas de los estados vecinos dicen que somos alérgicos a usar la razón para elegir gobernantes y administradores municipales de altura, de clase, que llenen ese vacío que nada mas no completa el tamaño de Nuevo León. Ni siquiera nos respetamos: para rematar con que todos somos unos corrientes como el gobernador, cuyas palabras –con ese tono de voz junto a sus ademanes– son nuestra auténtica carta de presentación –sin QRs.
Otra onda de pensamiento espejo: -¿Ahora de qué tamaño serán los tenis que nos querrán vender? ¿Qué ocurrencia legaloide nos sacarán de esas imparables neuronas que venturosamente posee? ¿Qué onda con los limpiados?
Es muy probable que ahora con tales precedentes se multipliquen los bocones populacheros con ínfulas monárquicas para criminalizar, censurar con ventaja; aun y cuando no sean vías legales; total, nunca hay repercusión del aftershow.
Pero para todo esto y más: unifiquémonos como sociedad y démosle en la madre con denuncias, solicitudes vía transparencia y votos razonados a todos esos teatreros que no han hecho más que degradar la valía de nuestro Nuevo León.
Y para el pastor naranja: la loquera de hacer alarde de venganza a los opositores es y seguirá siendo lo más ruin y chaparro para un político que se ostenta como alto líder moderno, de rebaños de followers ciegos ante lo evidente. Tal como el aire en el área metropolitana que continúa dañando nuestros pulmones.
Durante el verano del 71 la banda de culto y pilar del rock progresivo británico Van Der Graaf Generator lanzó el álbum Pawn Hearts dividido en tres canciones, destacando Man-Erg con una dramática relación entre la armonía, la furia y la paz, tres factores que tienen en la angustia a todos los involucrados en la batalla mediática por el poder de las inconsciencias.
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