JÉMEZ, DIARREA VERBAL

PALMARÉS MEDIOCRE

Presumir haber dirigido seis equipos en su carrera como técnico no es ni bueno ni malo, sólo hay que ir a los números para juzgar:

2007–08 hace su debut formal en el CÓRDOBA al que ni frío ni calor, lo corren a falta de 11 fechas aunque no peligraba la categoría.

2009: llega al Cartagena de la Segunda B, logra el ascenso, pero no lo renuevan.

2010, LAS PALMAS: llega a mitad de temporada y mantiene la categoría en la Segunda División; a la siguiente temporada, juego de mediocres resultados, lo corren.

2012: regresó al Córdoba de la SEGUNDA jugando el “play off” por el ascenso, que no consiguen, meses después decide rescindir su contrato para ir al Rayo VALLECANO para la temporada 

2012-13, logrando la permanencia en Primera. Mismo sufrimiento y salvación la siguiente campaña, sólo para descender la siguiente temporada (2015-16) .

2016, GRANADA: sólo dura seis semanas como técnico con “Memo” OCHOA como su portero, lo corren al no ganar ni un solo juego .

¡QUIERE LLORAR, QUIERE LLORAR!

Solo faltó que le pusieran alfombra roja y algunos caravaneros se le pusieran de tapete a este técnico que, dicen, es un gran estratega, pero con menos que mediocres resultados, así que después de ponerse la chamarra de Cruz Azul arranca con excusas y lavándose la cara antes de tiempo :

“No vengo aquí a estar de paso, no sé de lo que vamos a ser capaces de hacer ni de conseguir, de llegar, eso sería jugar al adivino, pero en mi mente, indudablemente, me pego 10 mil kilómetros, dejo a mi familia allí y dejó tantas cosas atrás, vengo aquí por todo”, ahí la pausa era para secarse las lágrimas.

¡NO MAMEYES, JÉMEZ!

Y ¿por qué en vez de ese verbo no se queda calladito contando los MILLONES que se llevará pase lo que pase?

Luego, como buen argentino, nos quiere dar la vuelta sin comprometerse para nada:

“No sé cuánto va a ser todo, no sé hasta dónde vamos a ser capaces de llegar, venimos por todo, somos gente ambiciosa y gente que quiere hacer cosas que a lo mejor otra gente no ha podido hacer”.

¿O sea?, cualquier engañabobos se queda chiquito ante sus afirmaciones de “Lo que otra gente no ha podido hacer…”, insulto de pasadita a la historia exitosa (hace mucho, es cierto), de la Máquina.

¡Y HASTA LE APLAUDEN!

Y ya de salida se desmarca de cualquier compromiso real:

“Vamos a ir con pausa, nuestro primer objetivo es clasificar entre los ocho primeros y volver a tener el aliento de la afición, la confianza y la confianza en nosotros mismos y ser un equipo mentalmente distinto… No pido que nos den paciencia, les pido exigencia”.

Y de salida la medalla a la verborrea argentina:

“No hemos venido aquí para pasar el rato (se entiende)… NI PARA GANAR DINERO ( ¿?)… NO puedo prometer el título, pero sí trabajo, sacrificio y dedicación”.

Así las cosas pues, Cruz Azul trae a un no-ganador sin más méritos que sus ideas y forma de trabajar.  Así de fácil.