Corona supera al ‘Chaco’

LA ‘CHACO-DEPENDENCIA’

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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LA ‘CHACO-DEPENDENCIA’

Por semanas se ha señalado en muchos lados de forma crítica que La Máquina mantiene una “Chaco – dependencia” peligrosa, yo lo vería al revés, si Cruz Azul tiene alguien como el “Chaco” que por default se echa el equipo al hombro, que lucha y pelea rabiosamente cada balón y cada centímetro de la cancha y cada segundo del partido, que toma el liderazgo del equipo sin que nadie se lo pida, que derrocha fibra y talento asumiendo riesgos y hasta improvisando, entonces hay que dejarlo ser. Bendita dependencia de un jugador de este calibre que, como señalamos en días pasados, se convierte en la clave para que la balanza, al menos hasta esta primera mitad, se cargue del lado Azul al adueñarse de la media cancha y del control del partido.Por si fuera poco agüanta candela porque le llueven leñazos y golpazos, y aun más a su favor, quitándose la marca de Layún y brincando para superarlos a todos en ese centro de corner, metiendo un tremendo cabezazo dirigiéndolo a la derecha de “Moi” Muñoz, quien se lanza con desesperación e impotencia sin alcanzar el balón, eso sí, en descargo de “Moi”, la foto salió maravillosa, desafortunadamente el “Chaco” quedó tocado por dos entradas rudas que le afectaron las muy trabajadas rodillas.

AMÉRICA SIN ESPACIO

Nada hay nuevo bajo el sol, Miguel Herrera manda al grupo sólido que le ha traído hasta aquí, los mejores con la excepción de Paul Aguilar lesionado por lo que mete a Layún por la lateral derecha y a Adrián Aldrete por izquierda, y con la reaparición de Diego Reyes fortalece su defensa.

De ahí para adelante los espacios que América fabrica con eficacia, anoche se vieron cerrados por Gerardo Torrado y Alejandro Castro, que lo recuperaban todo mientras que Amaranto Perea, como siempre en plan grande, perseguía hasta la puerta del baño (más allá imposible, dicen las buenas maneras) al “Chucho” Benítez; que en ningún momento pudo darse la vuelta al recibir el balón de espaldas, lo que aprovechó en un par de veces Raúl Jiménez pero sus disparos poco inquietaron a nuestro portero nacional José de Jesús Corona.  

MIGUEL HERRERA DESESPERADO

Una vez más el “Piojo”, fiel a su estilo, lo reclamaba todo. Desde faltas que solo él veía hasta exigir tarjetas amarillas, solo le faltó exigir la presencia del meteorólogo para recriminarle la lluvia que cayó incesante desde dos horas antes del juego y hasta el minuto 15’ de acción.

Sus ademanes fuera de lugar mostraban la impotencia de los suyos al no poder imponer condiciones en esa primera mitad, ya en el segundo tiempo “se agacha y se va de lado” cuando el árbitro Jorge Durán le perdonó la vida a Aquivaldo Mosquera, que pierde la cabeza soltando codazo y cabezazo al sufridísimo “Chaco”. 

Y CON ‘CHACO’ GOLPEADO

Con “Chaco” disminuido, América comenzó a tomar control de la pelota llenando el espacio que toda la primera mitad era su territorio.

En menos de 10 minutos América se apoderó de todo, pelota, territorio, control, iniciativa y hasta se pusieron mandones. Así llegaron tres córners, dos tiros libres fuera del área y tres paradones de nuestro arquero nacional José de Jesús Corona, que fiel a su costumbre, se impone en plan grande.

Este segundo tiempo fue absoluto para América que llegó y se cansó de llegar, pero la enorme actuación de nuestro porterazo José de Jesús Corona y su fiel escudero, el tremendo central Perea que no deja de encimar y neutralizar a Benítez, le impiden el gol que daría la justicia de los dioses del estadio, que no la futbolera, a esta primera mitad de la final de nuestra LigaMX.

De los demás azules, Pablo Barrera fue un fracaso lleno de personalismo y “sacatón” a la hora de poner la pierna fuerte que una finalísima exige. Teófilo Gutiérrez pasó de noche y la mejor que le vimos fue cuando salió de cambio dejando su “sitio” al infiltrado Mariano Pavone.

Torrado y Alex Castro se la rifaron en serio, y así Cruz Azul sacó una ventaja que, de seguir la inercia de este segundo tiempo, le servirá de muy poco para la vuelta que promete pasión y emoción a raudales el domingo en el Estadio Azteca.

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