Verdaderamente hay que tener fuero para salir con respuestas tan impertinentes como las que espeta, a la menor provocación, el financiero que llegó a Banobras sin merecimiento alguno, sí, de esos que exige la ley del banco de desarrollo para puestos directivos.
Ya usurpada la primera posición, pudo, desde ahí, lanzarse a ocupar cualquier posición en el medio financiero, sustituyendo con meses lo que antes se ganaba con años de resultados, sí, me refiero al actuario coach que se encargaba de hacerle las tareas a Calderón.
Cómo es posible que al ser cuestionado acerca de qué hizo la dependencia cómplice de la corrupción rampante, que inmerecidamente encabezó en la pasada gestión, frente al caso de Elba Esther, este remedo de precandidato se atreva a decir que lo mismo que aquellos que su partido dice fueron malos gobernantes.
¿Es válido que se consuele con el mal de muchos, simplemente porque era una matematicucho de escaso alcance antes de que su cuate llegara? Es claro que olvida que nada pudo hacer en términos de popularidad ante la candidata que llegó en un apurado tercer lugar en la pasada elección, y que fue impuesto en el lugar que ocupa dado que entre ciegos el tuerto es rey.
No, debe saber que las normas en materia de lavado de dinero se remontan a los fines del siglo pasado, cuando gobernaba aquel panista de closet con el que negociaron la transición albiceleste.
Debe saber que un sobrino de Felipe, sin ninguna experiencia en materia de prevención de blanqueo de capitales, fue impuesto en la posición clave en tal tema en la CNBV, así como que tras su misteriosa muerte colocaron a una ingenua publirrelacionista en el encargo.
No señor presidente de cartón, las sentencias en materia de combate al lavado de dinero con usted se colapsaron, a grado prácticamente de desaparecer, generando muchos nuevos ricos en su partido.
No, funcionario bancario sin trayectoria, obra culmen de la cuatecracia calderoniana, dejó un país en el que sale más dinero del que entra y donde la economía informal es más grande que la formal.
El país que dejaron a fin de año los funcionarios que le acompañaron, incluyendo su testaferro en la SHCP, nos colocan como el más destacable paraíso en materia de lavado de dinero. La soterrada enemistad entre la procuradora y Meade tiene profundas raíces que llegan muy hondo en el inframundo nacional.
Ya que recuerda el pasado, le recuerdo que su amigo llegó de la mano de la hoy indiciada Gordillo Morales, y que ella, con la PANdilla a la que usted pertenece, lejos de ser acusada colocaba parientes en posiciones claves de gobierno.
Le recuerdo que con fuero, la prescripción penal no corre.