Si lo que no quería el PRI era que el debate de las leyes anticorrupción se mandara al ring electoral, con su ausencia de ayer en la discusión técnica de la Ley 3de3 el tema ya se fue directo a la pelea en las urnas. Aunque ninguno de los tres presidentes de las comisiones acudió —Pablo Escudero (PVEM), Fernando Yunes (PAN) y Alejandro Encinas (PRD)— el cuestionamiento principal fue directo para el PRI y su aliado Verde, pues no acudió nadie representando a esos partidos.
En la oposición echaron las campanas al vuelo porque, según ellos, esto obliga al PRI a tener más apertura y apoyar la Ley 3de3.
Es eso, o echarse encima la mala fama de estar en contra el combate a la corrupción… una acusación que nadie quiere cargar en sus espaldas en momentos electorales. Se va a poner bueno.
Arrancan hacia abajo
Hay razones para pensar que estamos ante el final de la supremacía del PRD en la Ciudad de México. De acuerdo con encuestas mandadas a hacer por el propio partido y compartidas entre los integrantes de ese órgano político, apenas hace unos días su valor electoral apenas está rasgando el 12 por ciento de preferencia electoral rumbo a las campañas para elegir al Constituyente de la #CDMX.
No hay que ser muy creativos para imaginar que el primer lugar lo tiene Morena con más de 20 puntos de tendencia a su favor y el PRI en tercer lugar con 11 por ciento, es decir, apenas abajo del sol azteca. Corren las apuestas para ver si estos números se confirman o las encuestas estaban cuchareadas, como coloquialmente dicen.
¿Focos rojos?
Dice el Instituto Nacional Electoral (INE) que para estas elecciones no hay focos rojos. O sea, que no hay estados en los que se pueda haber problemas de violencia o imposibilidad para llevar a cabo los comicios. Aventurados esos del INE porque hay partes de Guerrero, Tamaulipas e incluso el propio Nuevo León, gobernado ahora por un independiente, en donde más vale tomar precauciones. No estaría de más.