Todos los estudios que tenemos y que se han publicado en los últimos 20, 25 años por organizaciones tan serias como la OMS (Organización Mundial de la Salud) hacen una correlación de contaminación con muertes prematuras causadas por el cáncer, eso es indiscutible.
La EPA, que es la Environmental Protection Agency, que es la agencia de protección al medio ambiente de Estados Unidos, asocia que de cada 10 casos de cáncer por lo menos tres o cuatro tienen relación directa con la contaminación.
Pero hay un dato que me preocupa mucho, y que es fundamental en lo que estamos viendo en Nuevo León.
En una declaración que hace en una entrevista el exdirector del Hospital Universitario de Nuevo León, Edelmiro Pérez, admite que de cada 10 casos de cáncer, 44 por ciento son de pulmón relacionado con la mala calidad del aire.
Este dato tendría que ser más que suficiente para que las autoridades, tanto de salud como ambientales, se preocuparan por este gravísimo problema, porque esto incide en niños menores de 14 años.
A nivel mundial tenemos más de 7 millones y medio de muertes de cáncer asociadas a la contaminación.
Hay otro punto fundamental: el gobierno de Nuevo León está escondiendo los datos de cuántos niños y cuál es el porcentaje del índice de casos de cáncer en niños menores de 14 años.
Si ustedes observan en un año, la secretaria de Salud de Nuevo León, Alma Rosa Marroquín, no ha mencionado en ninguna de sus conferencias –aburridas por cierto, y muy limitadas–, una sola vez, el problema de cáncer y contaminación.
Tenemos que rectificar, porque de no ser así las organizaciones internacionales de salud nos van a señalar con dedo de fuego.
Twitter: @GMtzBerlanga