Cada fin de semana Roberto va a consumir sustancias a uno de los llamados “picaderos” de la Ciudad de México, estos lugares donde adolescentes, jóvenes y adultos, acuden cotidianamente a comprar, ingerir y administrarse drogas a la vista de todos, incluidas las autoridades.
Es por demás conocido que las drogas sintéticas tienen ya altas cantidades de fentanilo, y que eso ha llevado a que el consumo de estupefacientes en México vaya a la alza.
Roberto consume cocaína y piedra, es mayor de 18 años, y afirma que cada día le cuesta más trabajo renunciar a ello; dice que acceder a las drogas sintéticas es tan fácil como pedir comida para llevar o por una aplicación, pues si es necesario te lo llevan a la esquina de tu casa.
El Informe sobre la Estrategia Para el Control de Drogas (INCSR) del 2023, publicado por el departamento de Estado de Estados Unidos, señala que el consumo de alcohol y marihuana en México disminuyeron ligeramente, en tanto que la demanda y adicción a drogas sintéticas, como la metanfetamina, aumentaron considerablemente.
Dicho documento resalta que en 2021 la cifra de personas adictas a las drogas sintéticas se elevó al 36 por ciento, más del doble junto con un número creciente de muertes relacionadas con sobredosis de drogas.
Roberto dice que va a esos lugares porque así paraliza su dolor, las pérdidas que ha tenido y su tristeza, “sé que esa no es la solución, pero en ese mundo no siento, no pienso, la verdad cada vez veo más difícil salir de aquí, aunque me de miedo morir”.
En el informe del Observatorio Mexicano de Salud Mental y Consumo de Drogas correspondiente a 2022, se consigna que desde 2018 se viene constatando un crecimiento de la demanda de atención por uso de fentanilo ilícito.
El Observatorio explicó que de 2017 a 2021, la demanda de tratamiento por consumo de Estimulantes de Tipo Anfetamínico (ETA), incrementó en 215 por ciento, mientras que la de alcohol disminuyó 14 por ciento y la de marihuana cayó 57 por ciento.
Asimismo, especialistas han detectado que el consumo de estupefacientes también ha ido en incremento debido a problemas de salud mental, principalmente, depresiones severas. De tal suerte que de no atenderse la salud mental, el uso de sustancias sintéticas seguirá en aumento.
Roberto dice que la primera vez que consumió fue porque un amigo lo llevó a esos lugares para “bajarse la peda”, y desde ese año, 2017, no ha podido dejar de consumir, “esto es más fuerte que yo, sé que estoy enfermo y que necesito ayuda, solo no puedo, pero también pienso que es mejor morir”.
El consumo de estupefacientes, como la violencia en nuestro país están por la nubes, este gobierno no solamente ha sido omiso en las campañas de prevención, sino que es indiferente, no le importan los muertos que la violencia ha dejado y sigue dejando, sino que tampoco las relacionadas con el consumo de drogas sintéticas.
