Conservación y restauración en el río Santa Catarina en lugar de una autopista
Resulta preocupante la insistencia del Gobierno de Nuevo León en atacar la biodiversidad urbana en Monterrey a través de una autopista sobre el lecho del río Santa Catarina
Antonio Hernández RamírezLa iniciativa del Gobierno de Nuevo León para construir una autopista en el cauce del río Santa Catarina en Monterrey, puede ser interpretada como parte de una estrategia política que prioriza la movilidad con base en los carros. Esta propuesta busca fomentar el uso de automóviles como medio principal de transporte, relegando otras alternativas y potenciales soluciones más sostenibles.
La propuesta de construir una autopista en el cauce del río Santa Catarina es motivo de gran preocupación debido a su ubicación en un sitio históricamente vital para la ciudad. Este río ha sufrido la extracción excesiva de agua, casi agotándose por completo en la superficie, así como la urbanización de sus riberas y el interés inmobiliario por construir en su lecho. Estas acciones han tenido un impacto negativo en el ecosistema y la calidad de vida de la población y resulta difícil justificar la construcción de una nueva obra vial para automóviles en una ciudad ya colapsada por priorizar este tipo de movilidad.
Resulta preocupante la insistencia del Gobierno de Nuevo León en atacar la biodiversidad urbana en Monterrey a través de esa autopista. El gobernador, quien anteriormente ocupaba un cargo como diputado local, desde esa posición intentó impulsar un proyecto de urbanización intensiva del río, pero se vio obligado a renunciar a esa idea debido al rechazo generalizado de la ciudadanía. Este patrón invasivo se refleja en su desempeño actual, ya que su enfoque político no promueve igual la movilidad inclusiva que incluya a peatones y ciclistas. Por el contrario, presume de sus viajes internacionales en busca de atraer grandes empresas automotrices como Tesla o Kia. Su compromiso con el automóvil es evidente y no podemos ignorar su falta de coherencia en la promoción de opciones de transporte sostenibles.
Es alarmante que, a pesar de los pronósticos de inundación catastrófica en el río Santa Catarina definidos en el Atlas de Riesgo de Nuevo León para el 2023, el Gobierno de Nuevo León no haya implementado medidas de prevención y, en cambio, esté impulsando la construcción de una autopista en el humedal urbano del río, lo que acentuaría los pronósticos de efecto destructivo.
La propuesta de construir una autopista en el cauce restante del río Santa Catarina refleja la intención subyacente de urbanizar el último espacio disponible en el centro de la ciudad de Monterrey. Con la escasez de terrenos sin construir, tanto el cielo como el río se convierten en opciones viables para la expansión central urbana. La primera ya fue concretada, mediante la densificación vertical y la urbanización del río está en proceso de ser planificada.
El riesgo de inundación durante lluvias intensas, como huracanes o tormentas tropicales, representa un obstáculo significativo para la construcción de infraestructura en el cauce del río. Los eventos pasados, como el huracán “Alex”, dejaron en evidencia el colapso que experimentó la ciudad durante meses. Es inevitable que cualquier estructura habilitada en el cauce del río esté expuesta a ese destino.
Existe una solución propuesta desde hace años para hacer frente al riesgo de inundaciones en el río Santa Catarina: la construcción de más presas rompepicos en diferentes áreas de la subcuenca alta y media. Estas estructuras de infraestructura gris tendrían como objetivo retardar el flujo de aguas torrenciales hacia la zona urbana del río, lo que resultaría en un control del cauce y una reducción del efecto destructivo de los desbordamientos. Esto abriría la posibilidad de construir en el lecho domesticado del río Santa Catarina sin el constante peligro de inundación. El Gobierno de Nuevo León ha anunciado estudios para respaldar esta posibilidad en una última etapa de un ciclo continuo de evaluaciones a lo largo de los años.
Es inquietante que se considere la construcción de presas rompepicos en el río Santa Catarina sin evaluar completamente las consecuencias imprevistas y la gestión adecuada de la cuenca. Modificar y consolidar así la estructura natural del ciclo del agua puede tener impactos negativos y efectos secundarios no deseados o planeados en el ecosistema y en las comunidades que dependemos del río. Se necesita una real evaluación integral de los riesgos y alternativas antes de tomar decisiones drásticas del alcance que sugiere la administración del gobernador Samuel García.
La intención urbanizadora en el río Santa Catarina se remonta a la administración del exgobernador Natividad González. Durante su gobierno, se emitió una declaratoria engañosa que supuestamente preservaba el río como área natural protegida. Sin embargo, esta declaración está condicionada a la aprobación de la Comisión Nacional del Agua, la cual negó su visto bueno al darse cuenta de que el enfoque del decreto se centraba en la construcción de infraestructura en el río, disfrazado bajo el pretexto de cuidar los ecosistemas y la biodiversidad. En realidad, esa protección carece de validez y obliga al gobierno actual de Samuel García a emitir una nueva declaratoria de conservación en lugar de construir una autopista en el área.
Ante los impactos negativos graves de una movilidad históricamente centrada en el automóvil, es crucial que rechacemos de manera masiva la idea de construir una autopista en el río Santa Catarina. En cambio, debemos exigir al Gobierno de Nuevo León acciones efectivas de conservación y restauración en el río que beneficien a toda la comunidad, en lugar de favorecer exclusivamente los intereses privados de aquellos que buscan llegar al aeropuerto en sus automóviles sin enfrentar congestiones de tráfico. Es fundamental promover alternativas sostenibles de movilidad y priorizar la conservación del río para el bienestar de todos.
Twitter: @tonyo_hernandez