Los jóvenes quieren identidad nacional, sentirse involucrados y escuchados. Por lo tanto, los políticos deberán promover espacios de diálogo. Foto: Especial

Generación del cambio

El gran reto que enfrentan políticos y candidatos en la actualidad, es conectar con los segmentos poblacionales más jóvenes. En la sociedad mexicana, las denominadas generaciones millennials y centennials, representan una parte significativa del electorado, mismas que tienen una manera diferente de ver el mundo y de participar en nuevos espacios sociales. Los políticos deben […]

El gran reto que enfrentan políticos y candidatos en la actualidad, es conectar con los segmentos poblacionales más jóvenes. En la sociedad mexicana, las denominadas generaciones millennials y centennials, representan una parte significativa del electorado, mismas que tienen una manera diferente de ver el mundo y de participar en nuevos espacios sociales.

Los políticos deben comprender esto y atender las preocupaciones y necesidades de las nuevas generaciones, para conectar con ellas. Lograr el acercamiento, con identidad, tan necesario para los líderes contemporáneos, implica comprender en primera instancia, los sueños, valores, frustraciones, preocupaciones que abrigan nuestros jóvenes, saber cual es el rumbo nacional, (es su derecho) y desde luego, tener certeza en el porvenir.

Por lo tanto, surge el planteamiento de cómo los candidatos pueden acercarse y atraer al electorado joven. Para entender mejor esto, es preciso conocer y aprender de los millennials (nacidos entre 1980 y 1996) y centennials (nacidos entre 1997 y 2012), para saber las característica culturales y aspiraciones que los identifican.

Entre sus principales preocupaciones por supuesto que están el cambio climático, la igualdad de género, la educación, la movilidad social y el empleo, entre otros temas.

Un rasgo particular, es que los jóvenes utilizan las nuevas tecnologías y formas de expresión, lo que implica todo un reto comunicacional. Los políticos deberían considerar estas características de nuestra realidad contemporánea, para crear sólidos vínculos y compromisos sin producir rechazo.

Una forma inicial para acercamientos productivos con los jóvenes, es hacer uso intensivo, creativo y atractivo de las redes sociales, plataformas digitales (Facebook, Twitter, Instagram y TikTok) para comunicarse y encontrar identidad.

La clave está en generar contenidos atractivos y relevantes; videos cortos, memes y publicaciones que transmitan ideas y propuestas políticas de manera clara, concisa y creativa, para generar interés y empatía.

Otro aspecto que considerar es sin duda el hecho de fomentar la participación ciudadana; los jóvenes quieren identidad nacional, sentirse involucrados y escuchados. Por lo tanto, los políticos deberán promover espacios de diálogo y participación ciudadana permanente.

Establecer compromisos innovadores en las políticas y acciones que aborden esta problemática de forma integral. Acciones que fomenten la producción de energías limpias, prácticas sustentables en agricultura e industria, siempre serán bien recibidas por los jóvenes.

Finalmente, la inclusión de jóvenes en cargos públicos y en los espacios de toma de decisiones, es de la mayor importancia, (tenemos avances al respecto),  para asegurar que representantes de estas generaciones, participen activamente con voz y voto en la vida nacional.

“Aunque arranquen todas las flores del campo…la primavera llegará” —escribió el gran poeta Pablo Neruda en franca alusión a la inevitabilidad de los fenómenos de transformación social (todo es cuestión de tiempo) y  evolución de las distintas generaciones de la humanidad.

Los jóvenes son, se reconozcan así, o se ignore, por quienes detentan el poder, serán naturalmente, la generación del cambio.

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