¡Con el pie izquierdo!

¿Alguna vez te has quedado dormido y la persona que te urgía ver ya no está cuando llegas, luego sales y te das cuenta que traes una llanta ponchada y en tu casa no hay luz?  

Es como cuando te tumba una ola. Por eso dicen que un mal no viene solo y de repente entramos en rachas de mala suerte.

Es cierto que las envidias existen, así como el mal de ojo, la brujería, la magia negra o la maldición, pero es importante aclarar que una cosa es lo que te mandan y otra lo que estas abierto a recibir. 

Annette Manautou Annette Manautou Publicado el
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¿Alguna vez te has quedado dormido y la persona que te urgía ver ya no está cuando llegas, luego sales y te das cuenta que traes una llanta ponchada y en tu casa no hay luz?  

Es como cuando te tumba una ola. Por eso dicen que un mal no viene solo y de repente entramos en rachas de mala suerte.

Es cierto que las envidias existen, así como el mal de ojo, la brujería, la magia negra o la maldición, pero es importante aclarar que una cosa es lo que te mandan y otra lo que estas abierto a recibir. 

Muchas veces no somos responsables de provocar odio o envidia, pero de lo que sí es de protegernos. 

Entre más alta mantengas tu energía (vibratoria) más difícil será que las energías bajas te alcancen, porque no te tienen que mandar negatividad, el simple hecho de rodearte de ella hace que la absorbas.

Las malas energías afectan a las personas en mayor, menor o ningún grado, dependiendo de cómo se encuentre su campo energético, su estado emocional y su mente.

Por eso siempre debemos estar cuidando nuestro campo energético para que ni una ola nos tumbe y, si nos agarra desprevenidos, permitir solo una revolcada. Así como los virus o bacterias entran cuando la energía vital está baja, así nos volvemos vulnerables cuando nuestra energía disminuye.

Nuestro campo energético mejor conocido como aura, se extiende hasta 2.5 metros, pero cuando la energía está baja puede llegar a medir solo 5 centímetros, lo cual es peligroso porque esta energía es nuestra batería.

Nuestra energía requiere cuidados como el cuerpo. La energía oscura y estancada se acumula en el aura y si esto no se detecta a tiempo se materializa en nuestro físico, aquí llegan las enfermedades, accidentes y el que las cosas no fluyan.

Nuestra frecuencia energética se debilita por estrés, hábitos negativos, reunirnos con personas negativas y, sobretodo, el no estar alerta sobre la clase de pensamientos que generamos, la falta de aire fresco, drogas, alcohol, insuficiente ejercicio, falta de sueño y una dieta pobre. 

Hay muchos remedios para limpiar tu energía, pero siempre debes empezar por limpiar tus pensamientos. Te puedes ayudar haciendo lo que más te guste: oyendo música, viendo películas de comedia, regalándote un masaje, meditando, bendiciendo y agradeciendo…..

Por otro lado, si sientes que tu energía está muy contaminada, puedes recurrir a baños de sal marina que ayudan a limpiar e invertir la carga electromagnética del cuerpo, también existen limpias con huevo, que absorbe la energía negativa. 

Puedes ayudarte prendiendo incienso, velas, orando, meditando, decretando o visualizando.

Funciona como la ley de atracción, si estas atrayendo situaciones negativas a tu vida es por la calidad de tus pensamientos.

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