Compromiso empantanado

En el marco de la Reforma energética y sus leyes secundarias vale la pena considerar que en México, a pesar de todas las ventajas que supondrían para el cuidado del medio ambiente de economía del país y de la salud de sus habitantes   la energía solar y eólica está en pañales. 

Pablo Mier y Terán Pablo Mier y Terán Publicado el
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En el marco de la Reforma energética y sus leyes secundarias vale la pena considerar que en México, a pesar de todas las ventajas que supondrían para el cuidado del medio ambiente de economía del país y de la salud de sus habitantes   la energía solar y eólica está en pañales. 

En este terreno, como en muchos otros nuestro rezago es alarmante. Mientras que una de las metas de la Ley General de Cambio Climático establece que, para 2024, el 35 por ciento de la energía deberá provenir de fuentes de energías renovables, la Secretaría de Energía que encabeza Pedro Joaquín Coldwell, de 64 años, piensa de un modo muy diferente, aunque algunos gobiernos como el de Oaxaca estén comprometidos con el tema. 

La energía renovable es importante, entre otras razones, porque no contamina con un montón de gases como el metano, el CO2, el monóxido de carbono, el dióxido de azufre…y otros que verdaderamente dañan el ecosistema y a la población, como infecciones en las vías respiratorias, enfisemas pulmonares y cáncer solo por citar algunas.

En las leyes secundarias de la llamada reforma energética deberán aparecer las nuevas leyes de energías renovables y la ley de transición energética que en el turbulento mar de los intereses creados navega hacia aguas de confusión y ambigüedad cuyo resultado será, si Peña Nieto no hace algo,  la penosa realidad de seguir basando nuestra generación de energía mayoritariamente en recursos no renovables.

Mientras que en Alemania la generación de energía renovable anual alcanza los 67 GW,  en México apenas generamos al año 3.1GW de energía renovable, esto es  apenas el 5 por ciento del total de la energía total que se genera en nuestro país. 

El nuevo PAN de Gustavo Madero, que no es más que el antiguo PAN del mismo dirigente, conoce a fondo la situación y sabe cómo se podría resolver, lo mismo que el presidente de la CRE (Comisión Reguladora de Energía), Francisco Salazar Diez de Sollano, pero otros intereses que no son los del pueblo, les han llevado a preparar una iniciativa light  nos ayudará apenas a avanzar muy poco en la producción de energías renovables, cuando en realidad necesitamos un salto cuántico en la materia.

Esperamos que la diputada Lourdes López Moreno, de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de diputados tome cartas en el asunto y entienda que si bien no esperamos el modelo alemán de generación democrática de energía, mediante el cual cada hogar se genera la energía que consume y la que le sobra la sube a una red que le reparte también beneficios económicos; si le pedimos un modelo decidido y firme que nos lleve a los estándares internacionales de lograr para el año 2024 que el 35 por ciento de la energía que se produzca en el país sea solar y eólica, que potencial tenemos.

“Ese es justamente uno de los objetivos de la reforma energética -aseguró recientemente Enrique Peña Nieto en el marco de la inauguración de la central fotovoltaica, que genera energía suficiente para cubrir las necesidades de 95 mil habitantes de La Paz-  México está entrando en este proceso innovador y transformador de cómo generamos energía eléctrica, y especialmente energía barata y limpia”, comentó, mientras recordaba la Ley de Cambio Climático, que prevé que para 2024 al menos 35 por ciento de la energía del país sea limpia y generada por medios alternativos.

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