Gracias a la respiración, un regalo que normalmente damos por un hecho, la vida en este plano existencial es posible. La mente depende de la inspiración para fortalecerse, para crear, crecer y actuar. Gaby Vargas.
Al dominar la respiración, dominamos la mente e incrementamos la inspiración, el entusiasmo y la vitalidad. Tu vitalidad es un reflejo del nivel de inspiración, así como la respiración física es un reflejo de tu estado mental.
La respiración es para muchas culturas orientales uno de los métodos fundamentales de control de energía dentro de las artes curativas y la medicina tradicional.
Observa cuando inhalas corto y exhalas largo, muestras un estado de melancolía o añoranza, como no queriendo dejar ir al pasado. En cambio cuando inhalas largo y exhalas corto, demuestras ánimo, orgullo y exaltación. Cuando estás muy tenso casi no llevas oxígeno a tus pulmones, respiras corto y continuo sin que tu abdomen se expanda, esto impide que se liberen las toxinas de tu cuerpo y la tensión crece.
Cuando la inhalación y exhalación son rítmicas y balanceadas la mente esta clara y tranquila, nos sentimos centrados en un estado de armonía y serenidad.
Cuando meditamos o nos conectamos con nuestra luz interior, la respiración se vuelve casi imperceptible.
Cuando la respiración es equilibrada genera poder, vitalidad y facilita que el cuerpo sane.
Cuando tenemos una gran tristeza, no hay lugar para la inspiración, el órgano que lo refleja y enferma son los pulmones, nuestra fuente física de respiración. Así mismo cuando la respiración se acelera al practicar un deporte, se estimula la inspiración mental lo cual ayuda a vencer la depresión.
Es por eso que controlar la respiración calla el ruido de la mente y crea paz interna, sin contar con que el oxígeno que inhalas provee de energía a cada una de tus células para funcionen mejor y a través de la respiración se liberan las toxinas de tus células.
Una de las maneras más fáciles de mejorar la inspiración es enfocarnos en agradecer, ya que agradeciendo te abres a captar los mensajes del alma y te vuelves más receptivo. Otra forma de tener acceso a la inspiración es practicando ciclos de respiración completos; inhala profunda y rítmicamente varias veces al día de manera consciente, es un regalo que le das a tus pulmones, a tu mente y a tu bienestar de manera inmediata.
La respiración rítmica consiste en respirar profundamente, contraer el abdomen y sostener la respiración unos segundos, luego exhalar y relajar el cuerpo. Hazlo varias veces y cada vez más rápido hasta que tu cara se sonroje, luego vuelve a respirar lentamente y observa cómo te sientes.
Así como el estrés, el enojo, la ansiedad o la tristeza nos alteran la respiración, así mismo podemos recurrir a ella para nivelar estados de ánimo. Está comprobado que inhalando y exhalando profundamente se pueden controlar los ataques de pánico y otras alteraciones nerviosas.
Sé perceptivo de tu estado y obsérvate, tu respiración siempre es un reflejo de cómo te sientes y tú puedes utilizarla para modificarlo.