Como en la Guerra Fría

Sin embargo el episodio montado entre Estados Unidos y Rusia puede traer algunas memorias de episodios sucedidos en la segunda mitad del siglo pasado.

Los encabezados de los principales diarios sugerían tensiones entre Rusia y Ucrania.  Básicamente una intervención rusa alegando anomalías en la deposición del cargo del expresidente ucraniano Victor Yanukovych.

José Luis Tamez José Luis Tamez Publicado el
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Sin embargo el episodio montado entre Estados Unidos y Rusia puede traer algunas memorias de episodios sucedidos en la segunda mitad del siglo pasado.

Los encabezados de los principales diarios sugerían tensiones entre Rusia y Ucrania.  Básicamente una intervención rusa alegando anomalías en la deposición del cargo del expresidente ucraniano Victor Yanukovych.

La postura oficial versa que Rusia está en favor de defender a los ciudadanos rusos o de ascendencia rusa en Ucrania y también de que se respete el régimen de Yanukovych, quien clama es el presidente legítimo de dicho país. No es tan difícil comprar la idea.

Ucrania y Rusia tienen un amplio pasado común. Durante el siglo 18 Ucrania fue parte del territorio ruso hasta la caída del régimen de los zares. Tras la revolución de octubre y de un periodo de 3 años de independencia, Ucrania pasó a ser parte de la URSS hasta su caída.

La influencia cultural rusa se ha dado de forma natural. Un cuarto de la población ucraniana habla ruso, el lado este de ese país simpatiza con políticas que vinculen más a Ucrania con Rusia, mientras el oeste busca vincularse con Europa.

Pero existen algunos otros factores que sería importante tomar en cuenta. Por ejemplo, que Rusia es el principal distribuidor de gas natural en Europa. La Unión Europea recibe un 22 por ciento de su gas natural directamente de Rusia.

Dicho lo anterior, el 63 por ciento del gas natural ruso pasa necesariamente por Ucrania. Rusia ejerce gran parte de su influencia política en el continente usando como moneda de cambio los precios del gas natural.

La relación de Ucrania y Rusia es de codependencia, porque sin las vías de acceso en Ucrania el gas natural ruso no llegaría al resto de Europa, y sin dicho hidrocarburo los ucranianos morirían por el frío. Ya en el pasado esta relación ha sufrido de amenazas realizadas por ambas partes.

Es claro que Ucrania es un actor clave en el ajedrez político de Vladimir Putin. Tanto así que en meses anteriores al conflicto había concedido condonar parte de la deuda de Ucrania con Rusia y aumentar el subsidio del gas natural a dicho país, porque el presidente Yanukovych no firmó un acuerdo de acercamiento comercial con la Unión Europea.

Putin sabe que si se complica o pierde la relación con Ucrania, sería un paso que no quisiera dar porque podría perder influencia política en Europa. Y es en este punto donde entra el conflicto con Estados Unidos.

Después de que se desenmascaran los casos de corrupción y se diera la caída de Yanukovych en Ucrania, los países de la Unión Europea ofrecieron su cooperación para la restauración de la economía y gobierno de dicho país.

Estados Unidos también ofreció su ayuda y empresas privadas han buscado convenios para la búsqueda de nuevos métodos de explotación del gas natural, así como nuevos socios comerciales para importar gas natural.

La Comisión de Energía de EU ha aprobado la exportación de gas estadounidense a otros países a partir del 2015. Esto claramente representa una amenaza al control de mercado que tienen los rusos.

EU busca coartar el poder de mercado ruso (incluso aún antes de entrar), y Rusia busca defender su participación en el mercado.

Por eso las amenazas de sanciones económicas no lograban amedrentar a Putin y tardó en retroceder en su postura. Sin embargo, ha suavizado el discurso porque precisamente busca no vulnerar su influencia, y mucho menos la ya de por sí frágil economía de su país.

En el margen es un Blog de temas de economía.

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