En lo que va de la presente administración, los bancos que operan en el país obtuvieron ganancias por 771 mil millones de pesos; 71 por ciento más que en el mismo periodo del pasado sexenio. El año de récord fue 2022, con 236 mil 743 millones. Esto es lo que han venido presumiendo los especialistas financieros, los banqueros y hasta el gobierno.
Lo que no han dicho es que este crecimiento es producto, en buena parte, de la desproporción entre el servicio que se presta y el monto de la comisión. De hecho, están entre las más altas del mundo. En el caso de los bancos extranjeros, son mayores hasta en 19 puntos porcentuales que en sus países de origen, según reveló la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef).
En los primeros tres meses de este año, los bancos comerciales obtuvieron 38 mil 769 millones de pesos por concepto de comisiones consolidadas, que representaron cerca del 42 por ciento de sus ingresos totales, conforme a datos proporcionados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. En 2017 el porcentaje de esa ganancia fue de 30 por ciento, y ya era escandaloso.
Como en muchos otros temas, los que menos tienen son los más afectados. Por ejemplo, no hay excepciones para las y los beneficiarios de programas sociales cuando hacen uso de los servicios bancarios. Por eso, los adultos mayores deben movilizarse largos trayectos y hacer extensas filas para cobrar su pensión en el Banco del Bienestar. Cuando se critica a esa institución se olvida decir que en ella no se les cobra comisión a los beneficiarios de los programas sociales.
Esto confirma la pérdida de poder adquisitivo de los mexicanos y el hecho de que no están pudiendo sufragar sus gastos cotidianos con su salario. Además de disponer de sus ahorros, tienen que recurrir a uno de los financiamientos más caros del mundo, no solo por las altas tasas de interés, sino por las comisiones de los bancos.
Viendo la economía de las familias mexicanas empeorar día a día, es urgente apoyarlas con un control efectivo de las comisiones bancarias, especialmente a quienes menos tienen. Es momento de que los bancos asuman la responsabilidad social que les corresponde.
En la Cámara de Diputados es común que Morena arremeta contra el Fobaproa: argumenta que es un mecanismo donde los pobres rescataron a los ricos. Sin embargo, nunca han puesto las comisiones bancarias en la mesa de las discusiones.