Comenzar a gobernar

El Pacto por México, que surgió entre políticos al margen de la sociedad civil, entre ellos desfallece. El pacto es una fórmula de cogobierno a la mexicana. Contribución extralógica que hace la partidocracia nacional a la teoría del estado. Sin embargo, su fugaz presencia nos devuelve a la realidad. En pocos meses la lucha por las dirigencias en los partidos otrora de oposición y la inminencia de los procesos electorales, harán que dejen de obrar coordinadamente en un toma y daca en lo oscurito. Será solo la sustitución del IFE lo que los haga sentarse nuevamente a la mesa. 

Pero en tanto eso sucede, el gobierno electo tendrá que ocuparse de tomar decisiones. En efecto, a casi un año de la toma de posesión toda decisión relevante en el sector público ha sido tomada por  el tripolio partidario -o al menos con su anuencia- y no por el aparato burocrático.

El arranque del gobierno invita a tomar posición en temas interesantes. 

1.- Hasta ahora la administración conserva más del 80% de huestes albicelestes, las cuales han mostrado lealtad a sus mentores. La información oficial es clandestinamente transparente y más que agradecimiento hay complicidad, que aún llena bolsillos. 

2.- La posibilidad de una reforma profunda en el sector energético esta cada día más distante, dando paso a una simulación pirata como la del 2008, con lo que las finanzas públicas le apuestan a una reforma fiscal que no rendirá frutos antes de dos años. 

3.- Aunque parezca imposible para los que estudiaron en los Estados Unidos, imperio en decadencia irreversible, a ese modelo le pasará lo que en su momento le pasó a los que le antecedieron, dejando un país desarrollado, en espera de la nueva conformación del sistema financiero y monetario. Claman por liderazgo donde ya no está. 

4.- Queda claro que no es lo mismo vivir de participaciones federales que repartirlas. El subejercicio puede ser exitoso en una entidad federativa pero no en la Federación, claramente puso de manifiesto que saber gastar es tan importante como saber recaudar. 

5.- La transición aunque cordial, fue atropellada, y no será hasta que inicie el gobierno cuando el choque de placas continentales constituidas por los viejos y nuevos proveedores y contratistas, den cuenta del nivel del sismo.

6.- La corrupción y la impunidad tarde o temprano serán tema. Basta con el primer levantón de sabana, para que inicien las hostilidades con el PAN, que demostró ser igual, pero más ineficaz.

7.- El impoluto traje con el que algunos dijeron llegar a los actuales puestos, será blanco de los ataques de Cordero y sus huestes quienes están cerca de quedar arrinconados.

8.- Aunque PAN y PRD lograrán cohesión interna con la dominancia de un solo grupo, los perdedores serán determinantes en la conformación de nuevas fuerzas con viejos membretes.

9.- El Poder Judicial queda aún como el gran tema, el último tabú. 

10.- La campaña se acabó, ya no puede rendirse cuenta con un cálculo del puesto que viene, sin cuidar el que se tiene.