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Coffee & kitchen

“El 32”. Así se llama este nuevo restaurante que abrió sus puertas en marzo de este año, en Plaza Nativa.

En Monterrey el boom gastronómico no deja crecer, pero hay ciertos puntos muy importantes para asegurarse de que un negocio puede subsistir.

El primero y más importante para mi es “la propuesta”. 

¿Qué propones con tu concepto? ¿Qué le das al cliente que otros lugares no le dan? ¿Por qué alguien va a preferir ir a tu restaurante en lugar de ir a otro? 

Sobre todo tomando en cuenta la gran oferta que existe actualmente en ciudades como Monterrey.

https://www.youtube.com/watch?v=fblT3lRdV7c

“El 32”. Así se llama este nuevo restaurante que abrió sus puertas en marzo de este año, en Plaza Nativa.

En Monterrey el boom gastronómico no deja crecer, pero hay ciertos puntos muy importantes para asegurarse de que un negocio puede subsistir.

El primero y más importante para mi es “la propuesta”. 

¿Qué propones con tu concepto? ¿Qué le das al cliente que otros lugares no le dan? ¿Por qué alguien va a preferir ir a tu restaurante en lugar de ir a otro? 

Sobre todo tomando en cuenta la gran oferta que existe actualmente en ciudades como Monterrey.

De ahí viene si tu propuesta es ganadora o no.

“El 32” tiene su propuesta clara y además me parece que acertada.

En otros lugares del mundo, con mayor ímpetu en Europa, abundan los cafés-restaurantes que abren desde la mañana y cierran en la noche, llegando a cubrir los tres turnos. 

Puedes ir a cualquier hora  por un café, un desayuno, comida o cena en forma.

Dentro de esta categoría podemos considerar a los “Vip’s”. Qué hace años muchos fueron propuesta y por ello sigue su éxito en el país. La limpieza y estandarización de sus cocinas y comedores fueron ejemplares para la industria.

Pero desgraciadamente el concepto actualmente es obsoleto, las instalaciones y el menú ya no son propuesta, el servicio no va de la mano con el lenguaje de las nuevas generaciones.  

Los jóvenes no se identifican ni se sienten a gusto ahí, por lo que buscan algo donde se sientan en su ambiente.

Y esto es precisamente lo que ofrece “El 32”.  

Santiago Elizondo es abogado, tiene 27 años y es un amante de la gastronomía. 

Desde hace muchos años tenía el sueño de tener un restaurante, hasta que un día pasó por la Ave. Alfonso Reyes en moto y vio una plaza en construcción.

Al ver los locales disponibles, hubo uno que le llamó la atención. Y ese era un lugar en obra gris, que tenía escrito en aerosol la insignia: “32”.

De ahí viene el nombre, pues durante el proceso de construcción y ambientación del local, Santiago se refería al mismo como “El 32”.

Su cercanía con la Universidad de Monterrey (UDEM), hace que su público sea en su mayoría compuesto por jóvenes estudiantes. 

Sin embargo, parte importante de los nuevos conceptos es ser incluyentes, y en “El 32” eso es claro porque no hay quien no pueda ir, y nadie se siente incómodo en el lugar.

El menú es fresco, sencillo, con ingredientes de primera calidad y platillos bien logrados.

El menú se puede definir como una mezcla mexicoamericana de platillos sencillos, pero confortantes.

Para desayunar hay waffles, chilaquiles, enchiladas, molletes, huevos al gusto y fruta de temporada.

Entre los platillos para la comida o cena hay bagels de pavo, tocino con huevo, queso derretido y uno sweet & sour con chocolate, queso y frutas.

También cuentan con pollo con salsa Buffalo, papas bravas, y patatas de la casa.

Entre las sopas y ensaladas ofrecen  sopa de tortilla, sopa tomate, crema de elote al serrano, ensalada campestre y la ensalada “El 32”.

Todos los platillos vienen bien servidos, decorados de manera sencilla, por ejemplo con  bastones de zanahoria y apio, mayonesa con chile y papitas.

Preparan unas Pitapizzas de tres tamaños y los nombres son bastante originales, según el origen de los ingredientes en las mismas, están definidas por el nombre de países, como la Roma que tiene pepperoni, la Atenas por llevar salsa Taziki, la Monterrey con aguacate, la Pamplona que contiene chorizo, la Pekín con Teriyaki, la Buffalo con la salsa del mismo nombre, entre otras.

Entre los postres están el pay de manzana, cheesecake, un brownie de espresso y los muy de moda s’mores, que vienen con su estufita para derretir el malvavisco, junto con la salsa de chocolate y las galletas para hacer un sándwich.

Su carta de bebidas calientes y frías es amplia y muy acorde al lugar. Hay té en hebra, tisanas, smoothies y yoguthies.

¡También frappés y shakes!

Un par de snacks que me hicieron gracia, ya que no me los habría imaginado dentro del menú del restaurante, son las papitas preparadas con cacahuates, golos, chile en polvo, limón y chamoy. Y el otro es un platón de verduras también con golos, cacahuates, chile en polvo, limón y chamoy. 

Quizá no es lo más gourmet pero son muy apetecibles.

Cosas que han cambiado con la época es la imagen de los meseros y cocineros, ya no los veremos uniformados como mayordomos, ahora la tendencia va hacia Converse, barba y playera.

Así lo vemos en “El 32”.

“El 32”

Plaza Nativa, San Pedro, Garza García.

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