Claudia y Delfina

Históricamente, el Oriente mexiquense ha sido discriminado por la visión “tolucocéntrica” de los gobiernos priistas
Emilio Ulloa Emilio Ulloa Publicado el
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Las y los mexiquenses nos encontramos en el virtuoso estado de ser gobernados por dos mujeres de gran talento político: Claudia Sheinbaum, presidenta de la República, y Delfina Gómez, gobernadora del Estado de México.

Si en algún lugar del país el patriarcado se impuso más es sin duda en el Estado de México, es por ello que el hecho de que una profesora, una maestra de escuela, haya ganado la elección a gobernadora fue un paso más que trascendente para la vida política mexiquense.

Resultados

A un año de su gobierno el nuevo estilo sencillo, comprometido, responsable y humano de la maestra Delfina ya ha mostrado sus primeros resultados favorables para todas las personas que vivimos en el Estado de México.

La presidenta Sheinbaum Pardo, con esa visión analítica que se logra desde el aprendizaje tanto de la ciencia básica como desde la aplicada (la física y la ingeniería), visualizó los enormes rezagos económicos, de infraestructura y servicios que tienen los municipios del Oriente del Estado de México.

Discriminación regional

Históricamente, el Oriente mexiquense ha sido discriminado por la visión “tolucocéntrica” de los gobiernos priistas que privilegiaron el clientelismo político, el crecimiento urbano desordenado, la proliferación de mafias, el crecimiento de grupos violentos como Antorcha y la enorme corrupción de los ayuntamientos gobernados por el Partido Revolucionario Institucional.

En una colaboración de carácter federalista, nuestra presidenta ha anunciado un conjunto de obras que detonarán la prosperidad compartida en una de las regiones con mayor desigualdad no solo del Estado de México sino del país.

Violencia y delincuencia son también signos que han venido enquistándose ahí durante muchos años, generando en consecuencia un alto grado de descomposición social y falta de cohesión que es vital atacar desde sus causas, lo que implica abrir el abanico de oportunidades y desarrollo para los habitantes de los municipios de la zona.

Tres hechos harán que la colaboración de la Federación, el estado y los municipios sea exitosa: la responsabilidad social y humanista de la presidenta de la República, la conjunción de los planes de desarrollo nacional y estatal, cuya orientación sigue la ruta de la prosperidad compartida y el hecho de que tanto el Gobierno federal, como el del estado, como el de la mayoría de los municipios del Oriente mexiquense, estén gobernados por Morena.

Principales necesidades

Desde mi punto de vista los rubros más importantes a desarrollar son: desarrollo económico y empleo; modernización de la infraestructura urbana y de los servicios públicos; reordenación del transporte para hacer efectivo el derecho a la movilidad; ampliar la cobertura en educación en todos sus niveles; garantizar los programas sociales destinados a la infancia, mujeres, jóvenes, adultos mayores; y el desarrollo de una estrategia de seguridad que atienda tanto las causas como los efectos de la delincuencia.

El Estado de México está ante uno de sus mejores momentos, el de la prosperidad compartida que de manera conjunta pondrán en marcha desde su Oriente la Presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Delfina Gómez.

En esta labor es vital que todas y todos los mexiquenses participemos colectivamente para transformar significativamente nuestra vida diaria.

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