Las instalaciones de la Cruz Azul en el estado de Hidalgo han pasado a convertirse en un auténtico foco rojo. Aunado al evidente deterioro en que se encuentran, y que se ha ido acentuando, trabajadores e integrantes de la comunidad hacen un llamado ante la presencia de hombres armados en los alrededores, un constante abuso a los derechos humanos y laborales, lo que los deja expuestos, sin ninguna garantía de seguridad.
La situación, nos hacen ver, comenzó después de que la Ciudad Cooperativa Cruz Azul cayera hace dos años en manos de grupos ajenos a la Cooperativa cementera, quienes la tomaron de forma violenta, derivando en reportes por abuso a los derechos de los trabajadores e intimidación para los miembros de la comunidad, lo que se ha agravado con el reporte de distintos testigos en la zona que reportan presencia de hombres armados que constantemente vigilan los accesos a la planta, los cuales amenazan e incluso han llegado a activar sus armas en contra de todo aquel que se acerca a las instalaciones.
De igual forma, al interior de la planta, se han denunciado diversos atropellos a los trabajadores, quienes se han visto orillados a trabajar en condiciones infrahumanas, sin acceso a salarios regulares, prestaciones, o la mínima seguridad social.
Los trabajadores además, advierten un daño profundo a la infraestructura de la planta, la cual opera sin mantenimiento ni condiciones de seguridad, destacándose el daño irreversible al horno principal para la producción del cemento.
Pero quizá lo más preocupante es que desde que se gestó este golpe, las familias viven bajo amenaza del grupo que ahora controla las instalaciones.
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