Un lustro pasó y el Festival Internacional de Cine de Los Cabos sigue en pie, contra viento y marea de sus altibajos en organización para llevar a buen puerto esta fiesta que se ha vuelto representativa de la Baja del sur de California.
Y los ganadores no se hicieron esperar, en la selección de competencia Los Cabos,
“American honey” de Andrea Arnold se embolsó 200 mil pesos y se hizo acreedora al Premio Cinemex de Mejor Película, en la sección México Primero “X500” de Juan Andrés Arango igualmente ganó la misma cantidad y el reconocimiento de mejor filme.
Curiosamente esta es la primera producción incubada enteramente en Cabo, ya que ahí fue donde empezó su desarrollo de pre-producción, financiamiento y post-producción para este año al fin estrenarse en el festival y ganar una de las preseas.
“Tamara y la Catarina”, de Lucía Carrera se llevó el Premio FIPRESCI para la Mejor Película Mexicana y el documental “Bellas de noche” de María José Cuevas se coronó con el Premio al Público y 200 mil pesos, siendo un año triunfante para el género femenino en Cabo San Lucas ya que también del Fondo de premios en servicios de postproducción otorgado por Labodigital –160 mil dólares– fueron beneficiados cinco (de siete) proyectos hechos por mujeres.
Pero entre la alfombra roja, las fiestas con derroche de alcohol e invitados injustificados, más la clara desorganización del festival que prevalece desde años anteriores, queda el mar revuelto de opiniones de qué pasará en el sexto festival a celebrarse en 2017.
Varios medios nacionales no tuvieron entrevistas con los artistas, inclusive se vieron canceladas las que ya estaban pactadas con los ganadores de este evento, y ni hablar de las que ya se habían pactado con el cineasta Oliver Stone, que de último momento decidió desatender a los periodistas en sesiones privadas, rumorándose un posible ataque de pánico por parte del director de “Snowden” (2016).
El público asistente a las salas en su mayoría son estudiantes acarreados de escuelas secundarias, y además, al parecer, las esposas de opulentos empresarios se toman los días enteros para pasearse entre las funciones de cine, ya que en una ocasión escuché el cuchicheo previo al arranque de una película que así lo confirmaba.
-Ay ayer termine psicológicamente cansada, con tanto drama, tanta película.
-Lo bueno es que no trabajamos, sino ¡imáginate!
Rompieron en risas mientras les observé de manera incrédula.
Entonces queda la duda… ¿Quién es el verdadero ganador en El Festival de Cine de Los Cabos?
Ojalá pudiéramos saberlo.
