Terminó el coctel musical en el festival South by Southwest 2014, tras la “borrachera” de bandas, nos quedan claras varias lecciones.
Hoy en día, las empresas y marcas tienen que crear experiencias y lograr emociones a sus consumidores para generar lealtad.
Atrás quedó la época en que repetir incansablemente un spot en TV era suficiente para distinguirse. Ahora las empresas tienen que ser un estadio de futbol soccer o de futbol americano o, ¿por qué no? la liga completa en el caso de BBVA.
Es decir, los patrocinadores tienen que convertirse en los grandes eventos musicales en sí, no ser parte del evento, deben ser el evento.
La industria musical ha sufrido cambios muy grandes la última década, prácticamente todo ha cambiado. Desde la producción, distribución hasta la manera en que consumimos música.
Uno de los actores principales de este cambio ha sido iTunes, empresa que revolucionó el mercado con el lanzamiento de sus dispositivos insignia: el iPod y iPhone.
Fue precisamente esta compañía la que organizó un “festival” dentro del festival SXSW, para que miles de personas en Austin y millones en el mundo, pudieran ver en sus casas –obvio, a través de iTunes–, conciertos con bandas como Coldplay, Soundgarden, Imagine Dragons y Pitbull, para que a la postre, el usuario ligara en su mente a estos artistas con la empresa de la manzana.
Por cierto, en los pasillos del festival comenzó a correr un tuit que invitaba a aceptar a Coldplay dentro del esquema de grupos representativos de SXSW; el tuitero afirmaba que no importaba que fueran ricos y famosos, mientras demostraran que eran buenos músicos.
Esta “broma” cobra sentido cuando se sabe que el evento tiene como principal objetivo convertirse en la plataforma anual que bandas emergentes esperan para darse a conocer, sin embargo, este año las marcas globales como Apple marcaron fuerte presencia.
Su acérrimo competidor no se quedó atrás, Samsung organizó otro festival alterno con los reyes del hip hop: Kanye West y Jay Z, además de los australianos de dance rock: Cut Copy.
A este evento solo se podía acceder si se es dueño de un teléfono Galaxy con sistema operativo Android, y con la app de música “milk”, que Android lanzó exclusivamente para dicho evento.
Estos dos “festivales” son una pequeña muestra de lo que se vio en SXSW’14 la semana anterior, ya que en el evento principal se presentó Lady Gaga en el escenario “Doritos”. Otras marcas como Converse, Vans, Miller, etc. pudieron ligar la experiencia de sus productos a conciertos de música en vivo, para jóvenes sedientos de identidad y sentido de pertenencia.
Lo anterior son ejemplos de macro mercadotecnia, sin embargo, marcas “pequeñas” como la página de recomendaciones musicales OK Player, presentó actos emergentes con extraordinarias propuestas como los de la banda de Funky-Punk: Deep Cotton y el grandioso Cody Chestnutt.
También hubo eventos sin patrocinio, pero apuestas dentro del festival tan legítimas y propositivas como el de Miami Horror, Julian Casablancas y St. Vincent, entre otros.
Lo sucedido en Austin la semana pasada, es un ejemplo del rumbo que tomará la industria musical.
Se requiere que cada solo de guitarra, cada acorde, cada letra, y cada grito que nazca de un fan, sea parte de su experiencia. De este modo, cuando los fanáticos compartan al mundo a través de sus redes sociales su experiencia, el nombre y logo de la compañía será parte de ese momento.