Cuidado, el México bronco empieza a despertar y lo siguen pateando.
Miles de maestros se manifiestan contra las reformas educativas en 22 entidades del país; las policías comunitarias se multiplican. Ahora aparecieron en la Delegación Iztapalapa de la capital del país.
Mentores de Quintana Roo chocaron con la guardia personal del gobernador, Roberto Borge Angulo; el Sindicado Mexicano de Electricistas, SME, ha regresado a la lucha; Cuauhtémoc Cárdenas prometió dedicarse de tiempo completo a la defensa del sector energético, especialmente, del petróleo, y Andrés Manuel López Obrador, por su lado, continuó la lucha por evitar la privatización de Petróleos Mexicanos.
El Gobierno Federal, no conforme con los fierros que tiene en la lumbre, ayer domingo preveía enviar a la Cámara de Diputados la iniciativa de Reforma Fiscal que, entre otras cosas, considera:
– Elevar a 32 desde el 30 por ciento actual, la tasa máxima del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para quienes devengan ingresos superiores a 500 mil pesos anuales.
– Gravar con una tasa del 10 por ciento las ganancias en bolsa y dividendos.
– Homologar el IVA en la zona fronteriza, donde la tasa es de un 11 por ciento.
– Aplicar Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a combustibles y plaguicidas, así como a las bebidas azucaradas (refrescos).
– Según la iniciativa, a partir del próximo año, el aumento de la gasolina irá de la mano con la inflación.
Uno de los puntos de esta iniciativa que más llama la atención es acerca de Pemex, pues el borrador no precisa cuál sería el nuevo régimen tributario de Pemex, una de las mayores petroleras del mundo, y solo asegura que será como el de cualquier empresa.
No es remoto considerar que, en este caso, posiblemente ya se toma en cuenta la privatización de esta paraestatal.
Un poder dentro del poder
En los últimos 13 años Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, se apoderaron de las Cámaras de Diputados y de Senadores. A grado tal que hasta se las intercambian y no hay poder en este país que le pongan límites a esta degradación del Poder Legislativo.
Como oposición en el lamentable sexenio del calderonato, pese a que el Partido Revolucionario Institucional, PRI, mantuvo el control de la Cámara alta. Durante su gestión como Senador de la República, fue uno de los principales impulsores de iniciativas de Ley y Reformas constitucionales entre las que se encontraron: Ley para la Reforma del Estado en 2007; la Reforma Energética en 2008 (…), la Ley de Fomento al Primer Empleo en 2011 y una propuesta para dotar de autonomía a nivel constitucional a los Órganos Reguladores de la economía mexicana en 2010 (…).
Durante el 2011 también presentó una iniciativa de Reforma Hacendaria (…) e impulsó la aprobación de la Reforma Política en el Senado de la República.
De Beltrones, hay otros datos como senador en el sexenio 2006-2012, especialmente en el ramo del sector energético: La Reforma Energética, que en esa ocasión pasó por el senado, preservó el dominio nacional sobre los hidrocarburos, además de dotar de autonomía de gestión a Pemex y establecer la figura de consejeros profesionales en su Consejo de administración; ya con el PRI en el Gobierno Federal, Beltrones está a favor de otra reforma energética, pero con cambios sustanciales.
En aquella ocasión era simplemente para satisfacer al entonces presidente Calderón Hinojosa.
Así, el sonorense Manlio, puede cambiar de traje o chaqueta en el momento más oportuno para sus intereses.
Incansable legislador, el exgobernador de Sonora, también instituyó un nuevo régimen de contratos incentivados para obras y servicios y la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y Financiamiento de la Transición Energética (…) esto fue en la administración panista de Felipe el guerrero.
Con Vicente Fox Quesada al frente de la República Mexicana, Beltrones Rivera fue electo diputado federal, para servirle a Fox y un poco al PRI, en el segundo trienio de esa administración, donde tuvo el control del Palacio Legislativo de San Lázaro.
De regreso en San Lázaro (LXII Legislatura), con Manlio como controlador absoluto de la Cámara baja, el 13 de diciembre de 2012 fue aprobada una reforma constitucional que hace de la competitividad un principio constitucional de la rectoría del Estado mexicano en el desarrollo económico.
De Emilio Gamboa Patrón, el todopoderoso senador plurinominal, sobran cosas que mencionar, porque su trayectoria política, bajo los reflectores, data desde que se convirtió en virtual vicepresidente de México en el lapso 1982-1988.
Que como senador de la República (2000-2006), poco le sirvió al priismo y más a Vicente Fox y a Marta Sahagún, así como a Kamel Nacif ( “entonces va pa’tras apá”), cuando el Rey de la Mezclilla no estuvo de acuerdo con una iniciativa que pasaría por el vetusto inmueble de Xicoténcatl.
Inmediatamente después, con Felipe Calderón en la Presidencia, Gamboa se convirtió en líder de los diputados priistas y trabajó cual debe y para quien mandaba.
Años más tarde, como procónsul romano se presenta nuevamente a la Cámara de Senadores, para legislar como siempre.
Beltrones-Gamboa. Gamboa-Beltrones, una pareja que tiene su coto de caza o su territorio bien marcado.
Las maniobras de Madero
Felipe Calderón utilizó a Gustavo Madero para triturar a Santiago Creel en el Senado de la República. De esta manera, Madero se convirtió en líder camaral.
Muchos años después, quién lo iba a pensar, el todavía presidente del Partido Acción Nacional aprendió bien la lección y con la misma fórmula y en el mismo lugar, Madero destituyó del liderazgo panista en la Cámara Alta a Ernesto Cordero, para poner o imponer a Jorge Luis Preciado.
Si años después Madero traicionó a Calderón, no sería raro que Preciado traicionara a Madero. Todo es cuestión de tiempo.