Bajan a Samuel García
El más afectado es Movimiento Ciudadano, al quedar como un partido irresponsable por su poca seriedad y sus improvisaciones
Columnista InvitadoLa mayoría de los legisladores de Nuevo León, lograron que Samuel García Sepúlveda abandonara sus intenciones de contender por la Presidencia de la República y retomara la gubernatura que dejó en el limbo por pretender ser el primer mandatario de México.
Pareciera que nunca se dio cuenta que el cargo de gobernador y el de precandidato eran incompatibles. Sus arrebatos casi provocan una crisis política en el estado, en caso de que se hubiera llegado a declarar la desaparición de Poderes, ya que su intención era dejar como jefe de despacho a Javier Luis Navarro Velasco, secretario general de Gobierno, mientras que el Congreso con mayoría opositora designaba a Luis Enrique Orozco como gobernador interino.
Señalan algunos expertos analistas políticos que la obstinación por dejar en su lugar a un incondicional, demostró hasta qué punto el gobernador de Nuevo León estuvo dispuesto a pasar por encima de la ley para hacer su voluntad e impedir que se enteren de secretos que lo harían vulnerable.
Al asumir de nueva cuenta las riendas del estado, muestran que su conducta se basó en los designios de su conveniencia, sirviéndose a sí mismo y no a los gobernados, por lo que, sus actos no pueden ser solapados por la autoridad, ya que ello, solo generará la pérdida de credibilidad que se tiene depositada en los órganos jurisdiccionales.
La autoridad debe pronunciarse y explicar a la ciudadanía las consecuencias jurídicas en las que incurrió, al reinstalarse en el cargo y ejercer atribuciones como gobernador aun gozando de licencia dado su papel de precandidato, en total desacato a las resoluciones del Congreso local.
A pesar de sus tres doctorados, uno en Política Pública y Administración Pública; otro en Derecho Fiscal y uno más en Derecho Constitucional y Gobernabilidad, García Sepúlveda fue incapaz de lograr los consensos necesarios entre las distintas fuerzas para mantener la estabilidad y la gobernabilidad en Nuevo León. Esta incapacidad pudo haber sido la misma que hubiese mostrado al pretender gobernar a todo un país.
Ante tales acontecimientos, el más afectado es Movimiento Ciudadano, al quedar como un partido irresponsable por su poca seriedad y sus improvisaciones, puesto que parece no haber entendido que la política es un asunto serio que afecta la vida de la población.
En el futuro se vislumbran los enormes problemas de Xóchitl Gálvez por desarrollar una campaña competitiva y el casi hecho consumado de la victoria de Claudia Sheinbaum Pardo, quien continuará impulsando los principios de la Cuarta Transformación en beneficio de las y los ciudadanos.