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Hoy hay muchos tiradores para un solo boleto del purgatorio al cielo. En esta comparación el Atlante ha comprado el boleto al infierno y parece ser que nadie se lo peleará, y me explicó:
Estos puntos son definitivos
Cierto que hay que esperar a que se jueguen 17 jornadas de las cuales llevamos dos, pero Atlante ha regalado cuatro puntos muy valiosos, no solamente porque al final de la temporada las matemáticas nos digan que si hubiera hecho esos cuatro puntos no estaría en estas condiciones, sinocpor el momento y por lo que significan.
Tuvo al campeón en un puño
Atlante tuvo al León en un puño hace apenas una semana en la Jornada 1, tuvo la oportunidad de ganar ese partido y no lo aprovechó.
Agarrar al León en bajada es muy difícil en este momento, ya lo comprobó el Atlas, rival por cierto directo del Atlante en la lucha por el no descenso.
En esta jornada León le metió tres al Atlas y le pudieron haber hecho siete.
Atlante recibía al León…
En Cancún, la casa de los Potros, después de que el León, siendo campeón estaba vacío emocionalmente, se estaba recuperando, no tuvieron prácticamente descanso, se juntaron por ahí en un par de partidos de preparación y llegaban al torneo, y la dificultad física también de viajar hasta Cancún.
Todo esto lo tuvo a su favor el Atlante, León ganaba 1-0, antes el Atlante tuvo un penalti a favor que falla Narciso Mina y que le hubiera dado la ventaja, después vuelve a fallar otro penal, cierto que al final empata, pero en estas dos fallas de penaltis de jugadores que se supone tienen que ser los que saquen la cara, el Atlante regala dos puntos, pero más que regalarlos, aquí pierde tranquilidad y además seguridad.
Si los Potros hubieran metido esos dos penaltis o uno de ellos y saca el triunfo ante León, le aseguro que la actitud del Atlante a partir de ese momento cambiaría absolutamente, no me cabe duda, ganarle al campeón en la primera fecha después de haber sido el hazmerreír y el peor de todos los equipos en la temporada pasada, le hubiera generado esa seguridad para encarar los siguientes partidos.
Pero no es todo…
El Atlante este fin de semana tenía la oportunidad ante el Veracruz de jugarle al tú por tú a un equipo que agarraron con un vestidor dividido, Ángel Reyna se ha encargado de corromper el vestidor de los Tiburones, que apostaron mucho por él y ya el complicadísimo y conflictivo jugador, aunque tiene mucho talento, tiene dividido a este equipo, y sin su talento en la cancha y sin sus cuates que lo acompañen, era un rival propicio para ganarle. Sin embargo Atlante comienza perdiendo prácticamente con un gol de vestidor, apenitas alcanza, pero jugó contra 10 hombres y aun así no pudo.
¿Cuáles son las consecuencias?
Son muy sencillas aparentemente, la directiva que ahora vuelve a encabezar José Antonio García, no es que antes no la encabezara, pero delegaron en mucha gente, incluidos sus Juniors que realmente les quedaron grandes los zapatos. José Antonio García pone en su Twitter que ya corrieron al entrenador, este uruguayo Rubén Israel, quien por cierto tenía buen verbo pero nada más, y traen a Pablo Marini, quien ya
estuvo con Pachuca donde no le fue tan mal, pero en el Mundial de Clubes le fue tan mal con los Tuzos que lo corrieron. Más o menos le ha ido bien en Chile, regresa al futbol mexicano seguramente cobrando poco tratando de salvar al Atlante. Esta es la primera consecuencia, sin embargo…
La peor consecuencia
Es sin duda el no haber aprovechado, el no haber tomado ventaja en los primeras jornadas del torneo que le hubieran generado la seguridad que hoy el Atlante no solamente no tiene, sino que simplemente no
aparece por ningún lado, esta consecuencia es la peor de todas.
Y por si faltara algo…
Su rival directo, el Atlas que dirige Tomás Boy está muy lejos de ser un equipo que pueda ser consistente y ganador.
La forma que empató con Xolos en la primera jornada 0-0 no dejó satisfechos a nadie, y por si fuera poco, van a la cancha del León y les pasan por arriba 3-1, que pudieron haber sido cinco, de tal manera que si vislumbramos las cosas el Atlante está regalando puntos, pero sobre todas las cosas está regalando seguridad y angustia.
Otra consecuencia de las peores es sin duda que si Atlante hubiera tomado lo que le correspondía, es decir el punto que pierde, iban 1-1 y gana el Veracruz 2-1 en el minuto 92 con 10 hombres, es como para agarrar el sombrero e irse, pero al infierno de la División de Ascenso.
El Atlante tenía ahí un punto asegurado que pierde en el minuto 92, pero ante el León, el Atlante tenía los tres puntos porque falló dos penaltis y su rival directo, que es el Atlas, en esas condiciones no gana los puntos y de esa forma se hubiera acercado a cuatro unidades y se apretaba la pelea del descenso.
Atlante ha comprado un boleto al infierno
Y para como veo las cosas no tiene reversa.
Cierto que faltan 15 jornadas que son muy largas y pueden pasar muchas cosas, pero hoy el Atlante tendría prácticamente el destino en sus manos, estaría apretando al Atlas al que va a enfrentar la próxima semana y lo hubiera enfrentado con cuatro puntos de diferencia y no ocho, como ahora, y el Atlante, que hubiera llegado con mucho mayor seguridad, le aseguro que ganado ese partido se pondría a un punto y “que dios los agarre confesados”.
Sin embargo Atlante ha dejado ir estas oportunidades, pienso que estos son los cuatro puntos, no por lo números, sino por lo que representa y sus consecuencias.
Así las cosas pues, como dicen en mi pueblo, el Atlante se compró una pistola para dispararse en el pie… Así de fácil.
