En los primeros minutos de este año se registró una muerte más en el Penal del Topo Chico.
No habían transcurrido ni tres horas de la toma de protesta de Manuel González como gobernador interino de Nuevo León cuando en este centro penitenciario se encontró muerto al interno Francisco Iván Mateos Melchi.
Mateos Melchi no era cualquier reo.
El expolicía municipal había sido detenido apenas hace menos de dos meses por su presunto involucramiento en el secuestro y ejecución del empresario sampetrino Patricio Ruiz Leal y de su secretaria.
El Gobierno de Nuevo León se tardó 36 horas para confirmar la muerte de Mateos Melchi en el reclusorio estatal.
La versión oficial que manejará la autoridad es que el reo murió por asfixia por ahorcamiento, pero la realidad es diferente.
La sospecha es que Mateos Melchi fue asesinado como parte de un ajuste de cuentas por la guerra que libran internamente integrantes del Cártel de los Beltrán Leyva por el control del municipio de San Pedro.
Pero más allá de esta línea de investigación, la muerte de Mateos Melchi en el Penal del Topo Chico supone también un mensaje para el nuevo gobernador de Nuevo León, Manuel González.
El tema de los penales en Nuevo León era un asunto que estaba viendo directamente González como secretario general de Gobierno y que seguirá manejándolo ahora que es gobernador.
No es casualidad que el primer reo muerto del 2018 en Nuevo León haya ocurrido casi justo en su toma de protesta.
El pacto de Elizondo
En su último intento por regresar al poder y asegurar una carrera política para su hijo, el exgobernador Fernando Elizondo está decidido hasta a pactar con el mismísimo diablo.
Elizondo rehúye pronunciarse sobre la licencia del gobernador Jaime Rodríguez –no porque como alega él está impedido por haber formado parte de este gobierno – sino porque una crítica a Rodríguez pondría en riesgo el apoyo estatal para la candidatura de su hijo Fernando Elizondo Ortiz para la Alcaldía de San Pedro.
El candidato independiente para la Alcaldía de San Pedro que apoya “El Bronco” no es Miguel Treviño, exjefe de la Oficina Ejecutiva del Estado, sino Fernando Elizondo Ortiz, hijo del exsenador.
Elizondo ya pactó con “El Bronco” a favor de su hijo, pero sólo le falta hacerlo con un antiguo contrincante en el PAN, el alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández.
¿Será que Fernando Elizondo Ortiz es el as bajo la manga que maneja Mauricio para evitar que el senador Raúl Gracia tome el control del Municipio sampetrino?
El descaro de Samuel
El descaro del diputado local Samuel García no conoce límites. Ayer se registró como precandidato al Senado por Movimiento Ciudadano y lo hizo sin pedir licencia a su cargo de diputado y sin renunciar a la presidencia estatal de este partido político en Nuevo León.
García saludará con tres cachuchas: la de diputado local, la de presidente de Movimiento Ciudadano y ahora como candidato al Senado.
Lo bueno es que él es diferente al resto de los políticos.