Durante más de 30 años, los dueños y gobernantes de Nuevo León han puesto el desarrollo redituable por encima del desarrollo sostenible.
Esta situación nos ha llevado lenta pero irremediablemente al colapso ambiental que vivimos en la entidad. Hoy voy a enfatizar la problemática en uno de los rubros más menospreciados por nuestras autoridades: los parques y bosques urbanos.
Para nuestras autoridades un árbol usualmente es visto como un estorbo. Si no, pregúntenle a Miguel Treviño que los ha derribado a diestra y siniestra para privatizar las plazas públicas.
Sin embargo los bosques urbanos no solo son una tendencia ambiental en las grandes metrópolis como Madrid, Barcelona, Buenos Aires, Costa Rica o Nueva York, sino que también brindan una gran cantidad de beneficios a la población.
Los árboles absorben el dióxido de carbono, atrapan en su follaje las partículas contaminantes, enfrían el entorno, ayudan a generar y absorber lluvia, embellecen las colonias y relajan a la gente. Está comprobado científicamente que una comunidad llena de bosques urbanos suele ser una comunidad menos violenta y más feliz.
Lamentablemente aquí preferimos talarlos para construir más Oxxos, para hacer eventos masivos más grandes en Fundidora. Hoy no hay una política de estado para hacer bosques en todas las escuelas, para llenar de arbolado todas nuestras calles.
En la administración anterior se prometieron un millón de árboles y poco o nada se hizo. El gobierno actual está diciendo lo mismo, si los gobernantes plantaran la mitad de árboles que prometen y dicen que plantan, Monterrey ya sería un bosque.
Nuestro estado necesita que el tema ambiental se vuelva agenda de verdad, cada tres años salen todos a decir que ahora sí le darán importancia al medio ambiente, pero todo queda en promesas o mentiras.
En Santa Catarina el Congreso aprobó una permuta ilegal para darle un terreno a un empresario que fue jefe del anterior alcalde, en San Pedro Miguel Treviño ahora cobra por hacer eventos en plazas públicas y cada vez se permite más y más que se privatice el espacio público. Alguna vez el Congreso quiso destruir un parque para hacer un estacionamiento, afortunadamente los detuvimos, sin embargo esta dinámica se presenta en todos los municipios casi todos los días.
Tengo 30 años viendo cómo nuestras autoridades se burlan del medio ambiente, ¿lo vamos a seguir permitiendo? Haz patria, planta un árbol y exígele a un político que se tome al medio ambiente en serio. Los parques son para la gente, no para hacer negocio.
Twitter: @GMtzBerlanga