El día de ayer fue asesinada en su casa la periodista Alicia Díaz. Su hijo de 20 años encontró el cuerpo ensangrentado de su madre, con heridas de la cabeza.
En su casa en la colonia Paseo Residencial no había señales de robo.
De entrada las autoridades deben de investigar este caso como un feminicidio pero sin descartar alguna vinculación del asesinato con el trabajo de Díaz.
El crimen indignó no sólo al gremio periodístico sino a la sociedad regiomontana.
Alicia Díaz había iniciado su carrera como reportera de negocios en el periódico El Norte y actualmente se desempeñaba como colaboradora de El Financiero en esta ciudad.
El asesinato de un periodista en cualquier otra parte del mundo sería un escándalo para el gobierno, pero en Nuevo León, golpeado por el desgobierno y la negligencia, no pasa nada.
Hasta ayer ningún funcionario del Gobierno del Estado, ni el gobernador interino ni el secretario de Seguridad, habían salido a dar la cara sobre la situación de violencia que se vive en la entidad y que ayer cobró la vida de una mujer periodista en Monterrey.
Fue la Comisión Nacional de Derechos Humanos la que solicitó anoche medidas cautelares para la protección de los familiares de Alicia Díaz y exigió a la Fiscalía General del Estado la investigación inmediata del crimen.
Desde esta columna le enviamos las más sinceras condolencias para los familiares de la compañera Alicia Díaz.
Otro priista que se voltea
Todos los días el PRI de Nuevo León pierde a uno de sus soldados que le juraron lealtad de por vida.
El último priista que le he dado la espalda al tricolor en estas elecciones es el líder ferrocarrilero y regidor de Guadalupe, Pablo Duarte de Alejandro.
No sólo el priista apoya a su hija Clary Duarte, que se registró como candidata independiente a diputada local en Guadalupe, sino también a Daniel Torres, candidato a la alcaldía guadalupense como independiente.
La última travesura de la gente de la hija del líder priista fue despintar una barda que apoyaba a Oliverio Tijerina, candidato a diputado local del PRI, para poner una de Daniel Torres.
¿Será que el alcalde de Guadalupe, Francisco Cienfuegos y candidato plurinominal del PRI, ya no controla ni siquiera a sus regidores o será que tienen permiso para traicionar al PRI?