Habrá que ver cómo caería entre los “duros” de Morena, si se llegara a consumar lo que se viene escuchando en pasillos: la posible llegada de Alfredo del Mazo al gabinete de Claudia Sheinbaum, y ni más ni menos que a CFE. Más allá del perfil, que no parece cumplir para lo que se proyecta será una cartera clave para el próximo sexenio, los escándalos de corrupción que rodean su administración en el Estado de México y sus muy pobres resultados, no le ayudan en lo más mínimo. Con todo y la traición en la elección a la gubernatura en 2023 y la forma que se ha alineado, parecería un premio fuera de toda proporción. Veremos.
Diferentes realidades
Mientras que en las filas del panismo ya se prepara el relevo en la dirigencia nacional, con un Marko Cortés ya dando por hecho que va a tener que ceder el espacio, pase lo que pase, en contraparte, en el PRI, parece que, aun y con las pésimas cuentas, Alejandro Moreno se va enquistado en el poder, como si fuera por clamor popular. No cabe duda que “Alito”, desde su muy particular perspectiva, ha sabido jugar sus cartas, imponiendo a sus allegados en posiciones clave al interior del partido, llevándose por delante al tricolor, lo que seguramente le va permitir reelegirse para otro periodo; sí, seguramente va a haber reclamos, críticas y ruptura, pero tiene las condiciones de su lado. En donde sí se puede poner muy interesante es en el PAN, donde no se ve que Marko pueda llevar mano en su sucesión, después de los malos resultados, por lo que serán otros grupos los que se estarán disputando la dirigencia, y claro, las coordinaciones parlamentarias. Atentos.
Ni así se ponen de acuerdo
Pareciera que ni ante el escenario ya consumado de la extinción y la pérdida de su registro como partido, los líderes y cuadros que aún le quedan a lo que alguna vez fue el PRD se pueden poner de acuerdo en la ruta que podrían seguir en adelante. Nos hacen ver que, a pesar de que algunos de los rostros más conocidos, como Jesús Zambrano, o algunos diputados como Francisco Javier Huacus aseguran en público que resurgirán como una nueva fuerza política, al interior hay muchos que ya valoran buscar otras oportunidades en otros partidos, en el sector público o hasta retirarse de la política; mientras que otro grupo muy fuerte, nos dicen, comulga con la idea de agrupar las fuerzas en la Ciudad de México y desde ahí reconstituirse, pero haciendo una profunda limpia desde la cúpula. Parece que esto último es lo que no les parece a los que aún se sienten con algún poder.