Nos dicen que quien ha venido perdiendo muchos reflectores y que de plano anda preocupado, y hasta desesperado, porque nadie lo voltea a ver y porque no le hacen caso en los medios de comunicación es Alejandro Moreno Cárdenas, “Alito”. Ante ello, nos dicen, que al dirigente nacional del PRI no le ha quedado de otra más que abrir la cartera, a tal grado que, nos aseguran, está pagando para lograr espacios y para que lo entrevisten en diversos medios electrónicos.
Parece que, más allá de sus escándalos, tampoco hay mucho que sea de interés, ni de su trabajo legislativo, ni del trabajo partidista, por lo que no le queda otra más que pagar. Eso sí, habría que preguntarse si el recurso sale de su bolsillo, del presupuesto del partido o de la bancada.
Ruptura y descontrol en Coahuila
En el norteño estado de Coahuila, nos dicen, sigue aumentando el distanciamiento, y puede ser que hasta la enemistad, entre el presidente municipal priista de Torreón, Román Alberto Cepeda y el gobernador Manolo Jiménez, al grado que el primero ya de plano rompió la alianza en materia de seguridad con la administración estatal.
Eso sí, parece que Cepeda no se mueve solo, sino que detrás de toda esta grilla estaría el exgobernador y hoy senador, Miguel Riquelme, a quien, por cierto, distintos medios locales siguen consignando los actos de corrupción durante su mandato.
Aquí lo que cabe preguntar es, ¿hasta cuándo el gobernador pondrá orden?
Ajenos a lo evidente
Para muchos ha causado extrañeza que la clase política en el Estado de México no se posicione con contundencia en contra de quienes están señalados como agresores y se les tome en cuenta incluso durante sus procesos judiciales.
No se pueden pasar por alto los casos de tres alcaldes mexiquenses recientemente señalados por actos violentos, dos acusados de secuestro, que están procesados y esperando la resolución de juicio, además delcaso del regidor de Metepec, quien está señalado por una presunta violación. De momento, nada que decir.
