Adrián Herrera: escultor, cocinero y escritor

Al principio de su vida profesional Adrián tenía un taller de arte, donde hacía obra con replicas de fósiles.  Así también con pinturas rupestres. Copiaba superficies de roca y las trataba con pintura.

Luego su interés por la gastronomía, e inspirado por los platillos que degustaba en sus viajes dentro de la República Mexicana, lo llevó a instruirse en el mundo culinario de manera autodidacta.

Invitaba amistades todos los fines de semana y les servía una probadita de al rededor de 10 platillos y les pedía su opinión sincera. El tomaba nota de todo.  

Al principio de su vida profesional Adrián tenía un taller de arte, donde hacía obra con replicas de fósiles.  Así también con pinturas rupestres. Copiaba superficies de roca y las trataba con pintura.

Luego su interés por la gastronomía, e inspirado por los platillos que degustaba en sus viajes dentro de la República Mexicana, lo llevó a instruirse en el mundo culinario de manera autodidacta.

Invitaba amistades todos los fines de semana y les servía una probadita de al rededor de 10 platillos y les pedía su opinión sincera. El tomaba nota de todo.  

En su casa cuenta con una biblioteca gastronómica que muchos quisiéramos tener.

Después de un tiempo, se animó abrir un carrito de tacos. Lo llamó “El chef Guevara”.   El nombre nos dice mucho de Adrián.

Tenía una muy extensa carta de guisos. 

A los pocos meses se dio cuenta que era suficiente variedad como para poner un restaurante.  Así nació “La fonda San Francisco”.   La nombra así a pesar de ser ateo, con devoción…

Esta duró siete años abierta hasta que le pidieron el local. 

Ahora tiene un restaurante llamado “El chef Herrera”, donde ofrece creaciones propias basadas en la cocina mexicana, como por ejemplo el tamal de plátano, ¡que me encanta! 

O las fabulosas albóndigas de arrachera.

Aquí podemos encontrar los platillos más gustados de la ya extinta “fonda San Francisco”, tales como las deliciosas encacahuatadas, o las infalibles zamoranas.

Al comedor de su restaurante le llama “El manicomio”, puesto que sus amigos de toda la vida se refieren a él con cariño como  “El loco Herrera”.  

Al mismo tiempo que cocina, escribe cuentos, pensamientos, de los cuales muchos  resultan provocadores a sus lectores.

Poesía y todo lo que se le venga en mente. 

Donde quiera que vaya carga con su libro de hoja blanca lisa y su pluma fuente. Y de cuando en cuando hace anotaciones, que luego utiliza en sus escritos.

Podemos leer algunos de ellos en su blog: fondasanfrancisco.tumblr.com.

Gran admirador de Edgar Allan Poe, tiene una imagen del poeta en su restaurante, decorado con rosas negras.

Adrián Herrera es todo un personaje en nuestra ciudad, es un artista, un excéntrico, una persona auténtica, muy creativa, que no tiene temor al “qué dirán”, probablemente incompresible para algunas personas.  

Cuando degusto platillos que tienen una historia detrás, como lo son los chiles en nogada, el mole, el filete de res Rossini, o la ensalada Caesar,  para mi tienen un “sabor diferente”  los disfruto de otra manera, con mas conciencia quizás.

Así pues, mi intención con esta columna es que cuando vayamos al restaurante “El chef Herrera”  sepamos más sobre su creador y lo disfrutemos de una manera mucho más reflexiva.

El Chef Herrera
Dirección: Río Orinoco No. 114 Ote.
Col. Del Valle, San Pedro
Garza García

Contacto:
8336 6706
@elchefherrera

 

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