Si fue un “accidente”, es malo. Pero si fue un atentado, obviamente es peor.
Y es que accidente, o atentado, el gobierno de Enrique Peña Nieto se enfrenta hoy a uno de los primeros grandes retos que ponen a prueba su capacidad para gobernar.
Sobre todo cuando no hay antecedentes de un explosión como esta en ningún edificio del país.
Y mucho menos, en un edificio público.
De ahí que atentado o accidente, urge que el gobierno federal explique cuanto antes cómo y por qué ocurrió la explosión en el edificio “B2”, anexo a la torre de Pemex.
Más aún, si se consideran las circunstancias de violencia que Felipe Calderón heredó a Enrique Peña Nieto, es inevitable pensar:
¿Fue la explosión un acto de terrorismo para dinamitar la política de paz que propone Peña Nieto?
Y si es así, ¿quién pudiera estar interesado en obligar a Peña Nieto a volver a enarbolar las banderas de la guerra de Felipe Calderón?
¿Se trata de una maniobra para hacer creer que la explosión fue provocada por algún grupo radical que se oponen a la reforma energética?
¿Qué tan sostenible es la versión que con la explosión se trató de borrar cualquier huella comprometedora que pudiera existir en los archivos de PEMEX?
Dicen que no saben qué paso
Habrá que reconocer que los más altos mandos del gobierno federal, junto con los de la ciudad, se hicieron presentes desde el primer momento en que se conoció la tragedia.
Los “twitters” del gobierno fueron y vinieron. También como las improvisadas ruedas de prensa del secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong.
Sin embargo, después de más de ocho horas de transcurrida la explosión, el gabinete de seguridad en pleno, apenas pudo informar que 25 personas perdieron la vida, y otras 101 resultaron heridas.
¿Y dónde está García Luna?
No es que en estas circunstancias se extrañe la presencia del tristemente célebre exsecretario de Seguridad Pública Federal, sino por el contrario, en las circunstancias resulta obligada la pregunta: ¿dónde está Genaro?
Nadie sabe nada del exsecretario.
Y aunque en los últimos días su nombre se ha mencionado hasta la saciedad como responsable del montaje de Florence Cassez, él no ha salido a dar la cara.
Otras extrañas coincidencias
Como si no hubiera habido suficiente con la impactante noticia de la explosión, la población de Salamanca, Guanajuato, también se alarmó ayer a causa de otro incidente en las instalaciones de Pemex.
Resulta que una falla en uno de los sopladores de la Refinería de Salamanca, formó una gran nube amarilla que provocó pánico entre los salmantinos.
Se apagó la protesta
A pesar que uno de los eventos noticiosos más esperados del día de ayer era la marcha de protesta de los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, que dirige Martín Esparza, la explosión de ayer apagó por completo la acción.
Aunque Esparza exigió juicio político para los ministros de la Suprema Corte de Justicia que revocaron el amparo que ya había otorgado el Segundo Tribunal Colegiado de Circuito, difícilmente algún diputado le hará caso.
El líder del SME tiene que entender que jurídicamente, ya perdió.
