A la baja la inflación

El actual gobierno, a través del Banco de México, aplicó medidas contundentes para estabilizar el crecimiento económico
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La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios que se activa cuando hay un incremento de estos en las materias primas, debido al incremento de los combustibles y que generan un alza en los costos de producción, lo que también propicia menos productos en el mercado y una mayor demanda por adquirirlos.

En México, el aumento al salario mínimo de los trabajadores del 135 por ciento en lo que va de la presente administración, ha contribuido a que las familias mexicanas enfrenten de mejor manera las afectaciones que pudieran incidir en su bienestar.

El actual gobierno, a través del Banco de México, aplicó medidas contundentes para estabilizar el crecimiento económico, con una política monetaria de ajustes constantes mediante el alza a las tasas de interés para frenar los costos económicos que perjudiquen a la sociedad.

Los esfuerzos están encaminados a relajar la inflación y a la par incentivar las inversiones bajo el precepto de que las decisiones económicas más importantes que toman los individuos y las empresas son acciones a largo plazo. Por ejemplo, instalar una fábrica, iniciar una empresa, comprar vivienda o adquirir un automóvil.

Estas decisiones dependen sustancialmente del grado de confianza que haya sobre el futuro. Alcanzar una inflación baja permitirá a las personas y a las empresas tomar mejores determinaciones e invertir con plena confianza.

Las acciones de contención y fortalecimiento de la economía para atender la inflación son muestra de que este gobierno se ocupa en generar condiciones de bienestar para la población. La lucha para frenar la inflación debe mantenerse al igual que un peso fuerte, como el que recientemente los mexicanos hemos visto.

Los buenos resultados comienzan a verse. De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor, la inflación general en México se situó en abril en 6.24 por ciento. Lo anterior, debido al Paquete Contra la Inflación y la Carestía que impulsó el año pasado el gobierno.

Asimismo, influyeron las acciones aplicadas a la política energética, lo que permitió controlar los precios de las tarifas eléctricas y de los combustibles. Otro factor positivo es la apreciación del peso frente al dólar, propiciando que las mercancías y servicios adquiridos en el exterior tengan menores costos (el 50 por ciento de los productos y servicios que se consumen en el país son importados), por lo que tener una moneda fuerte hace que los precios en divisas extranjeras sean más accesibles.

¿Consideras que se debe mantener la actual política antiinflacionaria, o bien, consideras que hay otros factores que se deberían tomar en cuenta? ¡Me gustaría conocer tu opinión!

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