A 60 años del Sabinazo

Seguramente conoce el municipio de Sabinas Hidalgo, pero lo que quizá desconoce es que en esta ciudad al norte de Nuevo León, se llevó a cabo un loqueron previo a los eventos de Tlatelolco en el 68
Arturo Fernández Cisneros Arturo Fernández Cisneros Publicado el
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La juventud es un acto contestatario, furia y rebeldía natural, todos los mamíferos pasamos por esa etapa de éxtasis y deseos; los detonantes pueden ser tantos como quiera describirlos -todos coincidimos en lo mismo, la música es solo un ingrediente para ataviar el espíritu de lucha: aunque no sea tanto por convicción, vas en la bola al baile y a como nos toque. Al menos los Glimmer Twins lo sabían y motivados escribieron un himno tan sencillo y a su vez poderoso, invitando a los jóvenes a no quedarse estáticos, callados y buscar acción: derrumbar la representación del malpoder y construir una mejor sociedad. Sobre todo justa.

Seguramente conoce el municipio de Sabinas Hidalgo, pero lo que quizá desconoce es que, en esta ciudad al norte de Nuevo León, se llevó a cabo un loqueron previo al relajo de Tlatelolco en el 68. Hay quienes dicen que fue el despertar juvenil de libre pensamiento. Aclaro que fue en todo el país simultáneamente y en toda la historia de la humanidad, en fin, la eterna lucha de generaciones.

En aquellos tiempos justo en abril de días pasados (13 y 14), pero de 1963 casi se llevó a cabo el 1er. Festival de la Juventud y de los Estudiantes Neoleoneses, Por la Paz, La Amistad y La Liberación Nacional. La primer réplica de aquel evento se celebró organizada por la Conferencia Internacional de Estudiantes en Londres al concluir la Segunda Guerra Mundial (1945) y posteriormente en ciudades como Praga en 1947, Budapest en 1949, Berlín en 1951, Moscú en 1957, Viena en 1959 y en la capital de Finlandia un año atrás del relajo. Y continuaron en sedes como La Habana, Caracas, Sudáfrica, etcétera.

Tiempos duros, no tan distantes de los de ahora, pero pareció como si hubiera sido la probeta y matraz de las posteriores manifestaciones ideológicas y persecuciones a grupos de estudiantes preparatorianos y universitarios, artistas, académicos e intelectuales que estaban a la vanguardia de libre pensamiento e ideologías de verdadera izquierda.

Toda organización y promoción de este festival fue impulsado por la Juventud Comunista de Nuevo León, las Logias Juveniles “Asociación de Jóvenes Esperanza de la Fraternidad” (AJEF), auspiciadas por la Masonería estatal, Sociedades de Alumnos de distintas universidades, Normales de maestros y el Movimiento Estudiantil Democrático con su célebre Club Juvenil Demócrata muy local, y desde Monterrey la Liga Espartaco en que uno de sus miembros de la dirigencia en particular se convirtió en Gobernador del estado un poco más de dos décadas posteriores.

Como en toda onda histórica, también estaban los antagónicos anticomunistas, obviamente sembrando terror de más, auspiciados por los hombres de las diferentes esferas de los poderes, desde el político y económico hasta el eclesial; más los periodistas antitodo, real o por conveniencia; tal como sucedió años más tarde, pero unos meses antes de la masacre del 68, aconteció un hecho vergonzoso que se salió del control en el estado de Puebla, específicamente en el poblado de San Miguel Canoa, allí si hubo exterminio en manada.

Acá en el norte del estado de Nuevo León OG, las actuaciones y campañas propagandísticas eran promovidas por la Cruzada Nacional Anticomunista (CRAC), la Asociación Democrática Mexicana (ADM) entre otras organizaciones menos liberales.

“Sabinas no será la letrina del comunismo” y “detengamos el avance del oso ruso” eran algunas de las misivas de estas agrupaciones con el suficiente apoyo de radiodifusoras, periódicos, volantes, pinta de bardas, pegado de carteles y simpatizantes que aportaban sus vehículos y su tiempo para circular por todo el ayuntamiento con perifoneos, obviamente con grabaciones alborotantes y sus propias versiones.

Entre las finalidades u objetivos del festival estaba el reunir a la juventud estudiantil, obrera y campesina, para replicar e inspirar los pensamientos y encontrar cualidades comunes, reforzar la amistad, el pacifismo y la liberación nacional a través de las bien acertadas manifestaciones artísticas, deportivas y culturales. Impulsando el deseo de independencia nacional y fraternidad con todos los pueblos del mundo.

Curioso que esto haya sucedido en Sabinas Hidalgo, pero según historiadores como el Doctor Héctor Jaime Treviño Villarreal y protagonistas que han dado testimonio de este suceso, coinciden que esta era tierra de gente de ideas socialistas y comunistas de amplio criterio, además por los trabajos previos de generaciones y del Club Demócrata que por su organización, duro activismo y convicción por las ondas post Revolución Cubana y Rusa fomentaba la oratoria, el ajedrez y la declamación como instrumento propagador de ideas juveniles, lo cual daba por resultado mucha membresía y sentido de pertenencia; y otros más mencionaron que por la cercanía con la frontera americana, que hasta el día de hoy continúa cruzando el municipio la carretera vía libre.

Desde meses previos al festival todas las organizaciones y comunidades hacían manifestaciones de sus acciones calentando los ánimos entre los sabinenses de la oldschool anticomunistas, grupos religiosos versus estudiantes, magisteriales, artistas, ideólogos y muchos simpatizantes y mirones de ambos bandos.

Ese día, 13 de abril desde temprana hora, llegaban los más de 600 jóvenes en vehículos particulares y al mismo tiempo comenzaba el intercambio de insultos y despectivos entre grupos. En una escuela se izó la bandera roja del martillo y la hoz, hecho que fue incendiario y detonante de furia para los locales. Había grupos de personas y niños corriendo por todos los barrios, los ánimos cada vez se calentaban más, las provocaciones llevaron a los intercambios de golpes, quema de libros y propaganda roja, destrucción de retratos de los líderes cubanos, chinos, soviéticos y otras naciones comunistas del momento.

Algunos actos no duraban ni 15 minutos, los arrestos y resguardos iban al alza, el control de la policía fue inmediato ya que a como iba la situación pudo haber homicidios colectivos durante los incidentes; se incautaron algunas pistolas y otros objetos improvisados como armas; afortunadamente no hubo heridos de gravedad por las mencionadas; hasta el procurador del estado a través de un dictamen mencionó que no se equiparó ningún delito el cual perseguir. El gobernador Eduardo Livas muy político condenó la actitud de quienes prestaron la escuela secundaria para celebrar actos contrarios a las tradiciones históricas de México. Con baja tolerancia los habitantes recibidos por el ejecutivo expresaron que en todo momento el festival era una provocación a los sentimientos patrióticos del pueblo, provocados por extraños que pregonaban las rojas ideas, antirreligiosas, anticonstitucionales y antivalores.

Después de los encontronazos, casi masacre entre ciudadanos locales y los jóvenes turistas que se dieron cita para el festival; estos últimos con el apoyo del gobierno estatal fueron retornados hacia Monterrey en vehículos oficiales y en camiones de redilas como ganado.

En fin, la experiencia del primer festival desde su idea, organización, casi desarrollo y desenlace por poco fatal dejó valiosos aprendizajes desde la labor organizacional, política y social que en conjunto otorgan una visión amplia del mundo, dio claridad, esperanza y visión por un mejor futuro con una democracia plena donde la soberanía del pueblo se expresara en la forma de gobierno con sentido de responsabilidad social, con ideas liberales, democráticas, laicas y republicanas.

Este acontecimiento hizo eco en todo el estado y en el país entero; hasta Radio Habana y otras agencias internacionales informaron sobre lo acontecido en Sabinas Hidalgo y aunque el secretario de gobernación de aquel entonces, Gustavo Díaz Ordaz, declaró que lo acontecido en Nuevo León no tuvo nada que ver con guerrillas o algo parecido, lo desestimó expresando -simplemente como algo estudiantil, este suceso no tuvo mayor trascendencia y que estaba bien informado de lo que pasó.

El Sabinazo debe servirnos de ejemplo y estímulo de que Nuevo León tiene gente dura, sensata, trabajadora, culta y con alto fervor por el bien común. La política debe conducirse para eso, para hacer acuerdos, para dialogar, para debatir, para elevar la cultura democrática de las naciones.

Y como la juventud, la música y la política siempre han, son y serán afines perpetuamente. Rock and Roll para todes: Por la Paz y la Amistad.

Póngale play: The Rolling Stones, Street Fighting Man ´68

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