El 2 de junio se definirá el futuro del país que queremos la mayoría de los mexicanos y mexicanas. Entre continuar los esfuerzos impulsados por Andrés Manuel López Obrador en la Cuarta Transformación de la vida pública de México, o por el contrario, cambiar el rumbo y regresar a un modelo económico y político basado en el desmantelamiento del estado rector y de la acción pública, para sustituirla nuevamente por la rectoría de la inversión privada nacional y extranjera. El modelo anterior, en el que los beneficios del aprovechamiento y extracción de la riqueza natural de México queden de nuevo en un puñado de personas ricas, que usufructúan dos terceras partes de la riqueza nacional y representan el 10 por ciento de la población, y por el contrario, el 90 por ciento solo se queda con una tercera parte.
Este 2 de junio se trata de continuar los esfuerzos para fortalecer una nueva manera más justa y equitativa de acceder a la riqueza nacional y distribuirla. Así como se logró que 5 millones de personas salieran de la pobreza extrema por el reparto de recursos a campesinos y campesinas, adultos mayores y a los jóvenes construyendo su futuro, logrados a partir de una propuesta austera, republicana y comprometida con las mayores causas históricas en todos los regímenes posrevolucionarios, aplicada en la Ciudad de México y en todo el país como nunca antes se había visto, quizá con la excepción del gobierno de Lázaro Cárdenas.
Se trata de confirmar que es posible una realidad diferente para México con inversión privada, reconocida y valorada, pero no a partir del robo y saqueo, de la excepción de impuestos y sobre todo, se trata de evitar un atraco indiscriminado a nuestra riqueza natural. En efecto, se está construyendo un México diferente en el que la concordia y la opción por los más necesitados de la intervención pública, sean los más favorecidos. El presidente ha sacado “los cadáveres del clóset”, y Claudia y Clara los han expuesto por saqueadores y corruptos, protegidos por décadas de los gobiernos neoliberales; la verdad no peca, pero incomoda. Es algo tan simple, como crear condiciones más justas y equitativas en beneficio de la población.
Se trata de continuar la tarea; de que los temas pendientes en seguridad nacional sean atendidos. Se trata de atender los temas de medio ambiente, cambio climático y la crisis hídrica, todas, por cierto, de conexiones mundiales, requieren de una atención y acción urgentes. Se trata de lograr la consolidación de la Guardia Nacional y la transformación del Poder Judicial acorde a las demandas sociales. Un papel más comprometido en las fuerzas de seguridad ciudadana es requerido. Es evidente que el crimen organizado lacera a la sociedad entera, pero igualmente cierto es que dar opciones a los jóvenes en abrazos de oportunidades, empleos y confianza, dan la posibilidad de alejarlos de ser captados por el crimen organizado. Igualmente, cierto, la tarea está incompleta y se requiere ahora de tecnologías de punta que, al igual detectan talas ilegales como trasiego de estupefacientes con monitoreos permanentes. Se requiere con decisión, exigir la cooperación comprometida de Estados Unidos para impedir la compra e introducción de armas a nuestro país. Se debe parar y cortar de tajo las armas y recursos a estos grupos que impactan nuestra vida cotidiana y ahora también a nuestras infancias.
Se trata también de una tarea ambiental que atienda las causas estructurales del cambio climático y de encontrar medidas de mitigación y adaptación a los riesgos naturales en los humedales, mares y costas, en las montañas con sus bosques y selvas con acciones urgentes y de impulso público. La capacidad científica de Claudia y la sensibilidad popular y visión práctica de Clara hacen de ellas un dúo perfecto, basadas ambas en una férrea voluntad política.
El panel intergubernamental de cambio climático ha señalado el 2030 como la fecha fatal para concretar acciones, que, de lo contrario, cinco de las nueve causas de la crisis ambiental mundial ya serán irreversibles.
Fecha simbólica, porque coincide con el término de la propuesta estructural de Claudia Scheinbaum. Ella lo hará en todo el país como lo hizo en la Ciudad de México (y que Clara Brugada fortalecerá) a nivel nacional con un importante liderazgo en la esfera mundial.
Por lo tanto, se trata justamente de elegir en la cabeza de este país y de su capital a dos mujeres excepcionales; mujeres con gran experiencia pública, ética, honestidad y trabajo a toda prueba; mujeres decididas, comprometidas y con gran amor al pueblo de México y que incluyen a las mejores personas para hacer equipo; mujeres que se conectan con los niños niñas y jóvenes, que conocen y saben de las necesidades más apremiantes y lo más importante, pueden resolverlo.
Se trata entonces, de una segunda oportunidad a la Cuarta Transformación. Se trata de construir el segundo nivel e integrar los temas pendientes que el presidente de México no alcanzó a abordar con profundidad. El presidente tuvo que utilizar “el machete y no el bisturí” contra una larga lista de prácticas corruptas, ineficiencias y privilegios que afectaban la hacienda pública y generaban una desazón entre la sociedad. Claudia y Clara mantendrán la austeridad republicana sostenida en la honestidad y podrán encarar los temas pendientes de la agenda propuesta en el cambio de régimen iniciado por Andrés Manuel López Obrador.
Se trata de sostener un piso parejo. Ahora las condiciones son mejores; los programas y proyectos sociales han mostrado su eficacia y eficiencia, no solo en la apropiación social de la riqueza pública, sino también invirtiendo como un motor y circulante de recursos financieros. Como evidencia está la conversión del dólar, por cierto, la mejor relación de nuestra moneda en muchos años. La balanza comercial favorable a México. Las inversiones con los esfuerzos públicos son un excelente aliciente a la inversión privada. El financiamiento internacional moderado y responsable, cuidadoso en crédito y donaciones, como una palanca para el desarrollo regional con la relocalización de inversiones internacionales y acciones directas en nuestro país.
La educación desde los niveles básicos hasta los universitarios con la creación de formaciones públicas de nuevo perfil en un modelo de enseñanza aprendizaje incluyente para que todos los jóvenes puedan formarse en libertad y alegría, como lo hizo ya Claudia en la Ciudad de México con la creación de la Universidad Rosario Castellanos y la Universidad de la Salud. Además de continuar y fortalecerse en la Ciudad de México, se ampliarán con Claudia a lo largo y ancho de nuestro país, acompañado el destino de recursos fundamentales en ciencia y tecnología para la construcción de modelos innovadores, eficaces y eficientes probados en el mundo entero.
Se trata de confiar en dos personas preparadas y confiables para dirigir los destinos de la Ciudad y de la Nación. En efecto, este 2 de junio es la jornada cívica más grande de la historia democrática de México. Aparte de Claudia y Clara se elegirán casi 20 mil puestos de elección popular. El voto decidido y contundente de la ciudadanía a favor de este proyecto humanista de país será vital y así, defender está Cuarta Transformación de la vida nacional es parte de un proceso político en marcha y que no tiene vuelta atrás.
Se trata de apostarle a un modelo de vida diferente con un nuevo motor económico y basado en una manera original de hacer política. Muchas personas dieron su vida en este esfuerzo; ¡honrémoslas y no bajemos la guardia! Todavía falta un gran trecho para consolidar un futuro certero para México. Nos vemos el 2 junio para consolidar el proyecto que estamos construyendo. ¡De eso se trata!