Yulia Skripal, hija de ex espía ruso, recibe alta médica después de ser envenenada
Yulia Skripal y su padre fueron envenenados el pasado 4 de marzo. El ataque derivó en una larga confrontación entre Rusia y Gran Bretaña que revivió las tensiones de la Guerra Fría
Roberto TrejoYulia Skripal, la hija del exespía ruso envenenada en Reino Unido con un agente nervioso, fue dada de alta este martes del hospital de la ciudad de Salisbury,en el sur de Reino Unido, donde estaba internada desde el 4 de marzo.
Yulia de 33 años de edad salió la víspera del hospital y llevada a una locación secreta para resguardar su seguridad, indicó la prensa británica Sky News.
Su padre Sergei Skripal, un exdoble agente ruso, continúa hospitalizado. Las autoridades británicas señalan que el exagente ruso Sergei Skripal, de 66 años y su hija fueron envenenados con “novichok”, un agente nervioso producido en laboratorios del gobierno ruso.
Ambos fueron descubiertos inconscientes en una banca de la ciudad inglesa de Salisbury el 4 de marzo. Las autoridades británicas calificaron el incidente como “intento de asesinato” y ordenaron la expulsión de 23 diplomáticos rusos ante la negativa de Moscú de emitir una explicación.
Francia, Alemania, Estados Unidos y Reino Unido aseguraron el 15 de marzo que el ataque es una “agresión a la soberanía de Reino Unido” y “una clara violación a la Convención de Armas Químicas y a la ley internacional”.
El policía británico Nick Bailey, quien auxilió a las víctimas, estuvo hospitalizado en estado delicado y fue dado de alta hace unas semanas.
Skripal fue un militar ruso condenado en 2006 a trece años de cárcel por “alta traición en forma de espionaje” por colaborar con el servicio de inteligencia británico, MI6.
Skripal reside en Reino Unido desde 2010, tras un intercambio de espías entre los gobiernos ruso y estadounidense.
Su hija Yulia visitaba a su padre en Inglaterra cuando sucedió el ataque que desató una crisis diplomática con Rusia.
Hasta el momento sigue sin determinarse la fuente donde se originó el agente nervioso, pero las autoridades británicas no descartan que fuera producido por una “entidad estatal”.