José Antonio Vargas tomó la palabra y dijo: “Acudo ante ustedes como uno de los 11 millones de inmigrantes indocumentados de nuestro país.
“Muchos de nosotros estadounidenses de corazón, pero sin los documentos para demostrarlo”.
Vargas es un inmigrante filipino sin papeles en Estados Unidos, activista, periodista ganador del premio Pulitzer y fundador de la organización “Define American”, la cual promueve la reforma migratoria.
Fue uno de los invitados en la audiencia de ayer en el Senado norteamericano para discutir la iniciativa de conceder la ciudadanía casi una decena de indocumentados que residen en la Unión Americana.
La reunión la inició la secretaria de Seguridad Nacional Janet Napolitano ante decenas de personas que se manifestaron en el recinto del Comité Judicial de la Cámara Alta gritando “¡no más deportaciones!”.
Entre los presentes estaban familias afectadas por el récord sin precedentes de destierros en los primeros cuatro años de gobierno de Barack Obama: 400 mil exiliados anuales.
“La inclusión debe estar en el corazón de una reforma, porque la diversidad está en el corazón del país”, agregó el laureado activista de Filipinas.
“¿Qué quieren hacer cono nosotros?” se preguntó en voz alta al concluir su testimonio.
El presidente Obama exhortó al Congreso a enviarle en los próximos meses un proyecto de ley de reforma migratoria.
Opinó que esta iniciativa debería brindar a los inmigrantes sin documentos la opción a la naturalización y reducir el tiempo que actualmente tardan muchos trámites migratorios.
El presidente del comité judicial del Senado, el demócrata Patrick Leahy, dijo estar “preocupado por cualquier propuesta que incluya falsas promesas y en las que la (opción de los inmigrantes sin papeles para) naturalización está siempre al otro lado de la montaña”.
Actualmente hay un equipo de ocho senadores, cuatro demócratas y cuatro republicanos, que trabajan sobre la propuesta de ley que busca alcanzar un acuerdo migratorio. 
(Con información de AP)