¿Y México?

Los candidatos hicieron la tercera y última parada rumbo a las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo 6 de noviembre.

El presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney tuvieron como punto de encuentro la Universidad de Lynn, en Boca Ratón, Florida, para debatir sobre política exterior.

La fecha no podía ser más emblemática, pues ayer fue el aniversario de la Crisis de los Misiles, uno de los episodios más importantes de Estados Unidos.

Jorge Mireles Jorge Mireles Publicado el
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"Gobernador, también tenemos menos caballos y bayonetas porque la naturaleza de nuestro ejército ha cambiado”
Barack ObamaSobre el presupuesto militar

Los candidatos hicieron la tercera y última parada rumbo a las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo 6 de noviembre.

El presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney tuvieron como punto de encuentro la Universidad de Lynn, en Boca Ratón, Florida, para debatir sobre política exterior.

La fecha no podía ser más emblemática, pues ayer fue el aniversario de la Crisis de los Misiles, uno de los episodios más importantes de Estados Unidos.

Y con un empate en la preferencia electoral después de los dos primeros debates, ambos contendientes tomaron sus posturas en temas como las relaciones con Medio Oriente, el caso de Libia, la guerra en Siria, el conflicto Irán-Israel y su posición frente a China.

En el archivo muerto se quedaron los lazos con México y el combate al narcotráfico, la ayuda a la Eurozona, la relación económica con el bloque sudamericano, entre otros.

La guerra contra el terrorismo y las misiones en Irak y Afganistán fueron el material idóneo para que el mandatario hiciera un repaso de los logros en materia de seguridad internacional durante su administración.

Romney, por su parte, daba señales de estar de acuerdo con el curso de las misiones pero recalcó la tarea de Estados Unidos de ser “fuerte” y hacer una reestructuración de la zona.

El republicano cayó en el error de ser demasiado “explicativo” en lugar de debatir directamente, pues en ocasiones parecía que perdía demasiado tiempo exponiendo la historia de los conflictos.

Ambos candidatos coincidieron en diversas posturas, tales como la salida de las tropas norteamericanas de Afganistán e Irak, además de combatir el radicalismo en Medio Oriente sin una intervención como en la administración de George W. Bush.

Y aquí fue cuando el ex gobernador de Massachusetts aprovechó de nuevo para alejarse de la política exterior del impopular Walker Bush.

Obama, por su parte, mostró una postura agresiva hacia su contrincante, sin salirse del guión que le dio la victoria en el debate pasado en Nueva York.

Ambos hablaron de “salir de Afganistán de una manera responsable”, además de recalcar la importancia de los aliados en la región como Israel y Turquía.

Los dos candidatos fueron claros en confirmar al estado israelí como un aliado importante para su país.

Ninguno contestó de manera explícita qué haría si Israel estuviera en las puertas de Irán para un ataque militar inminente.

No obstante, el objetivo de detener las pretensiones nucleares iraníes fue otro punto de coincidencia entre ambos.

Se cayó inevitablemente en el redundante tema del déficit estadounidense, la deuda, la producción de energía y la educación, cuando el tema central de discusión debían de ser las relaciones con los demás países.

Sin  pasar por encima de manera arrolladora, el presidente Obama se llevó el debate, según las primeras conclusiones de ABC News.

Ahora solo resta esperar 13 días para que el día decisivo nos diga quién gobernará por los siguientes cuatro años nuestro vecino del norte.

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