China está viviendo uno de sus eventos más destacados a nivel político, donde no sólo se determinarán las líneas que conducirán al país en los próximos cinco años, sino que se analizará la continuidad de Xi Jinping como jefe de Gobierno.
Se trata del XX Congreso del Partido Comunista, una reunión en la que cerca de dos mil 300 delegados de todo China se encuentran cada quinquenio para abordar también los últimos avances y mayores dificultades que ha enfrentado su país.
Durante su discurso inicial, el presidente Xi aseguró que los últimos cinco años fueron “extraordinarios y fuera de la común”, refiriéndose a la lucha contra la pandemia por COVID-19 que vivió su nación desde un inicio hace tres años, y al golpe económico que la crisis sanitaria ocasionó.
Además, mientras que por un lado destacó el desarrollo militar y tecnológico que han logrado, por otro habló de Taiwán, dejando en claro que la isla “es de China”; un comentario que en los últimos meses han mencionado en reiteradas ocasiones miembros de su gobierno debido a los acercamientos que Estados Unidos ha tenido con el territorio.
Fue desde agosto pasado que Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, visitó Taiwán, que Pekín empezó a hacer más claras sus advertencias hacia la Unión Americana, con el fin de que respetara la política de Una Sola China y no la independencia de la isla como lo hizo la demócrata.
Por otro lado, referente a las detenciones en Hong Kong, Xi Jinping se refirió a ellas como “desarrollos turbulentos”, aun cuando han desatado múltiples críticas hacia su mandato desde que implementó en 2020 la Ley de Seguridad Nacional.
Con esa reforma, las autoridades de Pekín han autorizado detener a todas aquellas personas que se manifiesten en contra del gobierno federal, lo que ha ocasionado que incluso el diario Apple Daily, uno de los más opositores de Hong Kong, cerrara debido a las presiones que recibían sus empleados.
A pesar de ese panorama autoritario con la oposición, se prevé que los delegados del congreso aprueben un tercer mandato para Xi Jinping, convirtiéndolo en el primer líder chino desde Mao Zedong (1949-1976) en cumplir tres periodos seguidos.
Aunque antes de 2018 estaba prohibido que los presidentes chinos gobernaran por más de dos administraciones, ese año Xi eliminó de la Constitución los límites a los mandatos presidenciales, abriéndole la puerta a su continuidad.
Xi Jinping , un líder que ha dado orden
La permanencia en el poder de Xi Jinping hasta 2027 podría oficializarse principalmente por el tipo de control que ha tenido en la seguridad y por no demostrar su total apoyo a ningún país, como en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
En el marco de la guerra en Europa, a pesar de que Pekín no ha emitido votos a favor de reprimir de algún modo al gobierno del presidente Vladimir Putin en las reuniones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), no ha oficializado su respaldo a Rusia por invadir el suelo ucraniano.
Por otro lado, los delegados chinos podrían confirmar su voto en favor de Xi, para que siga gobernando en un momento delicado para su país.
“Considero que se le eligirá porque tiene muchas cosas bajo su control, desde el Proyecto de la Ruta de la Seda, la cuestión de Taiwán, hasta asuntos comerciales con Estados Unidos.
“Entonces, es un líder que geopolíticamente y geoestratégicamente ha estado tratando de poner orden a este tipo de problemáticas”, dice la maestra Cristina Godos González, internacionalista y docente de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón.
En entrevista, la académica sostiene que además de los temas de comercio y economía, otro de los rubros que el presidente deberá reforzar para el siguiente quinquenio es la pandemia, debido a que recientemente en su país se registraron nuevos casos de coronavirus, obligando a las personas a mantenerse aisladas.
Así también, se prevé que ponga mayor énfasis en la seguridad, tomando en cuenta los misiles balísticos que lanza Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, cerca de su territorio.
“Puede dar mucho más apoyo para modernizar al país en cuanto a la cuestión militar, tanto de personal como de armas, por el entorno que se vive en el Asia-Pacífico y por los lanzamientos de misiles de los norcoreanos”, detalla la maestra.
De igual manera, podría apostarle a la lucha contra el cambio climático, considerando que China es uno de los países que más emisiones de CO2 arroja.
De acuerdo con el Índice de Desempeño frente al Cambio Climático (IDCC) 2022, aunque China está clasificada como una nación con buenas políticas climáticas, tiene calificaciones dispares en cuanto a energía renovable.
En caso de que en lo que resta del XX Congreso del Partido Comunista no se abarquen estos temas, se le podría exigir al presidente una explicación en la reunión del G20, donde del 15 al 16 de noviembre la mayoría de los participantes, que son defensores del medio ambiente y la seguridad, se reúnan.
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