Hace cinco años, Puerto Rico vivió una de sus mayores catástrofes con la llegada del huracán “María”. Un aproximado de tres mil personas fallecieron, mientras que docenas de casas y edificios fueron derribados.
Cuando la población aún estaba restaurando la infraestructura caída en 2017, llegó “Fiona”, el tifón que le hizo revivir a las y los puertorriqueños el escenario de hace años.
A pesar de que el pasado lunes el ciclón subió a categoría tres, el gobernador Pedro Pierluisi anunció ayer en conferencia de prensa que estaban en una etapa de recuperación, mas no en toda la isla, puesto que las lluvias seguirán presentes en ciertos puntos.
Según el último reporte de las autoridades, la zona sur-central, sureste y montañosa estuvieron bajo los efectos de tormenta o huracán por casi 48 horas, así como con un viento que alcanzaba las 100 millas por hora.
“Los daños por lluvias fueron catastróficos, principalmente en el centro de la isla, el sur y sureste (…) Esto es duro. Hay muchos daños y aún estamos evaluando el alcance de los mismos a nivel isla para asegurar que respondemos a todas las necesidades de nuestro pueblo”, señaló el representante puertorriqueño.
Fue la conexión eléctrica una de las principales problemáticas que tuvo la gente en el territorio, dejando a la mayoría sin este servicio desde el arribo del tifón. Ha sido con el paso de los días que la luz ha regresado progresivamente.
De acuerdo con datos de PowerOutage.us, al pasado 20 de septiembre a un millón 468 mil 223 personas les habían restablecido la corriente eléctrica.
Claudia Edtih Serrano, posdoctorante de la Unidad Académica de Estudios Regionales (UAER) de la UNAM, opina que con la llegada de “Fiona” se vuelve a reflejar uno de los mayores retos del gobierno de Pierluisi: la energía eléctrica.
“Esta situación vuelve a reflejar el hecho de que la energía eléctrica sigue siendo el talón de Aquiles del gobierno en turno. No lo ha podido solucionar por los altos costos, así como del combustible (…) Esta no es una situación que venga precisamente por el huracán, sino que ha estado de manera latente en los últimos años”, remarca la también internacionalista.
Para enfrentar la actual crisis y prevenir próximas, la docente puntualiza que en Puerto Rico debe haber un fondo de apoyo permanente, considerando que la zona del Caribe en la que está ubicada la isla es muy propicia a mantener huracanes y lluvias tropicales.
“Este tipo de fondos tendrían que funcionar no sólo a partir de la logística que pueda cuadrarse entre los gobiernos de Estados Unidos y Puerto Rico, sino que de manera interna también las instituciones locales al interior de este territorio puedan darle el mayor aprovechamiento posible”, subraya.
En ascenso el apoyo de EU a Puerto Rico
Cuando se dio a conocer el arribo del huracán “Fiona” a Puerto Rico, la administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no dudó en comunicarse con el gobernador Pedro Pierluisi para confirmarle el respaldo que tendría de su parte al ser un territorio no incorporado de su nación.
De acuerdo con la Casa Blanca, el líder demócrata se comprometió a que la cantidad de personal de apoyo aumente sustancialmente, a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
“En este momento la situación se muestra positiva por la disposición del gobierno de Estados Unidos. De pronto no es fácil acercar recursos cuando hay un huracán de categoría tres y creciendo, pero el gobierno de Joe Biden ha mostrado disponibilidad para auxiliar”, dice el doctor Rafael Flores Bañuelos, docente de América Latina y el Caribe de la UNAM.
En entrevista, el también maestro en Relaciones Internacionales asegura que a diferencia de la administración Biden, en el periodo del expresidente Donald Trump hubo medidas de apoyo que eran bastante criticables.
Fue durante el mandato del republicano que Puerto Rico enfrentó al huracán “María”; una situación en la que esperaban mayor respuesta por parte del gobierno federal de Estados Unidos, pero carecieron de la misma.
“Desafortunadamente cuando llegó el huracán ‘María’ hace 5 años, la respuesta por parte del gobierno federal de Estados Unidos fue bastante incipiente y a cuenta gotas, no se tenía una estrategia con el gobierno local para poder llevar a cabalidad los ajustes que eran necesarios”, añade Claudia Edtith Serrano.
Bajo esa perspectiva, se espera que en lo que resta del gobierno del presidente Joe Biden, su administración mantenga una comunicación estable con el gobierno puertorriqueño, sobre todo para reforzar la prevención en favor de la lucha contra el cambio climático y el alza de los precios en combustible, ocasionados por la pandemia por COVID-19 y la guerra en Europa.
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