Los pacientes de VIH enfrentan una doble crisis de salud. El acceso a los medicamentos para los tratamientos se ha complicado porque las autoridades sanitarias están enfocadas en la atención a la pandemia por el coronavirus.
La escasez de medicamentos es causada en gran medida por los cierres de fronteras que afectan a las redes de transporte aéreo y terrestre que los gobiernos han emprendido para frenar el paso al coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a las autoridades de salud de los diferentes países asegurar el acceso a los medicamentos para los tratamientos antirretrovíricos por un lapso de por lo menos tres meses, sin embargo, los que obtienen menos ingresos no han podido ofrecer esta garantía a las personas seropositivas.
La oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó una encuesta en línea en la región de América Latina que fue respondida por dos mil 300 personas. Los resultados arrojaron que pese a los esfuerzos de las autoridades y organizaciones internaciones, no se tuvo información sobre el COVID-19 y su impacto en las personas que viven con VIH.
La encuesta también muestra que la mitad de las personas con VIH que viven en la región han enfrentado dificultades para obtener su tratamiento antirretroviral durante la pandemia y que dos de cada 10 recibieron medicamentos antirretrovirales en sus hogares.
Más de la mitad de los encuestados, es decir 56 por ciento, dijo que no cuenta con equipo de protección personal y 22 por ciento expresó que considera el uso de cubrebocas como una protección útil contra el coronavirus.
Los países con menores ingresos son los que tienen más dificultades para atender la emergencia, ya que algunos han tenido que priorizar la contención del COVID-19 frente a otras enfermedades, ante el aumento de casos en la región.
“Quienes viven con esta enfermedad han logrado tener calidad de vida con los tratamientos retrovirales, esto garantiza que puedan hacer su vida normal, por eso es importante que los gobiernos logren una cobertura para garantizar los tratamientos, que han permitido dar grandes pasos en la atención a esta enfermedad en todo el mundo”, declara Marisol Leñero Jiménez, médico operativo de salud en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
VIH: La enfermedad que no desaparece
Fue en 1981 cuando el mundo tuvo información sobre los primeros contagios del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). El 5 de junio de ese año, en Estados Unidos se informó sobre cinco casos raros de cáncer, neumonía y otras enfermedades en Los Ángeles, California.
Entonces, la historia clínica de los pacientes sugerían una “disfunción inmunocelular” desconocida contraída, probablemente por transmisión sexual. Sin embargo, la enfermedad se relacionó con hombres homosexuales por lo que se creó un tabú en torno a los contagios, aunque ahora se sabe que cualquier persona puede contraer el virus y no sólo por vía sexual.
Al cierre de 1981 había 70 casos de inmunodeficiencia, de los cuales 121 habían muerto en menos de 24 meses tras el diagnóstico, sólo en Estados Unidos. En la actualidad, aunque se ha avanzado en la prevención, los casos de VIH y SIDA aún son persistentes.
En la Unión Americana, 37 mil 968 personas recibieron el diagnóstico de infección por el VIH en 2018, de acuerdo con los últimos datos disponibles de la OMS. No obstante, el número anual de nuevos contagios se redujo 7 por ciento entre el 2014 y el 2018 en los 50 estados y el Distrito de Columbia.
A nivel mundial, el VIH ha cobrado cerca de 33 millones de vidas y aunque hay una mayor visibilidad de la enfermedad como resultado de los avances científicos, para la OMS aún es uno de los grandes problemas de salud en el mundo.
Con el acceso creciente a la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la atención eficaces del VIH, incluidas las infecciones oportunistas, la infección por el VIH se ha convertido en un problema de salud crónico llevadero que permite a las personas que viven con el virus llevar una vida larga y saludable”, publica la OMS.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que había 38 millones de personas con VIH al cierre de 2019, mientras que la cobertura de los servicios de atención ha ido aumentando constantemente y 68 por ciento de los adultos y el 53 por ciento de los niños con el VIH estaban en tratamiento antirretrovírico
Asimismo, 81 por ciento de las personas con el VIH conocían su estado serológico, 67 por ciento del total estaba en tratamiento y el 59 por ciento había logrado suprimir el virus y, por tanto, el riesgo de infectar a otros.
La OMS destaca que entre 2000 y 2019 las nuevas infecciones por VIH disminuyeron en un 39 por ciento y las muertes relacionadas con el virus en un 51 por ciento; asimismo, se salvaron 15.3 millones de vidas por la eficacia de los tratamientos antirretrovíricos.
Por ahora, un paciente de VIH en Brasil es una nueva luz de esperanza, después de que un grupo de médicos informara que el hombre ya no tiene rastro del virus en su cuerpo tras de ser atendido con un coctel de antirretrovirales.
El estudio científico de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) es el primero en el mundo en tener éxito solo con medicamentos, pero aunque los investigadores califican este estudio como prometedor, será necesario aplicar más pruebas antes de cantar victoria respecto a la cura del VIH.
Un artículo publicado en la revista Science detalla que el paciente ha tomado durante años una combinación de antirretrovirales y nicotinamida, un tratamiento que fue interrumpido en marzo de 2019, y, desde entonces, el VIH sigue sin detectarse en su organismo.