Son las tres y once de la tarde de un día gris y frío del lado norcoreano de la frontera más fortificada del mundo y un solitario soldado corre en busca de su libertad.
Su jeep verde acelera por una recta arbolada, pasando por campos estériles, con las luces encendidas. La conmoción de los soldados que observaban el vehículo es palpable en un video difundido el miércoles, y no es para menos: Se están dando cuenta de que uno de sus camaradas trata de desertar y cruzar al sur.
Inician entonces la persecución.
El jeep baja de velocidad y dobla en el monumento al fundador de Corea del Norte Kim Il Sung, punto de partida de las visitas guiadas a la zona.
La frontera está cerca, y del otro lado, Corea del Sur.
Arma en mano, cuatro soldados norcoreanos corren junto a casetas azules que se suceden en el único sector de la frontera donde los soldados del norte y del sur se ven las caras de tan cerca que podrían escupirse el uno al otro. Ese día no hay turistas.
En la línea divisoria, el desertor va a parar a una fosa. Pasan algunos segundos mientras trata de sacar el vehículo. Al ver que no puede, sale corriendo. Se tira detrás de una rama de un árbol cuando los soldados norcoreanos se acercan.
Se sienten unos fogonazos. Los soldados norcoreanos, uno de los cuales se tira al piso, cubierto de hojas, abren fuego desde corta distancia con pistolas y rifles AK-47, unas 40 rondas, según voceros sudcoreanos.
De repente, dos de los norcoreanos se alejan mientras el que estaba en el piso corre hacia la línea divisoria. Súbitamente se frena y regresa, para unirse a sus camaradas. El desertor cae y queda inmóvil en una pila de hojas, cerca de un pequeño muro, del lado sudcoreano de la frontera.
Toda la secuencia, desde la primera aparición del jeep hasta el cruce de la frontera por parte del desertor, duró cuatro minutos.
Los hechos ocurrieron el 13 de noviembre en un Área de Seguridad Conjunta, cuatro kilómetros (2,5 millas) adentro de la Zona Desmilitarizada que hace de frontera de facto entre las dos Coreas desde la guerra y donde hay soldados norcoreanos y de las Naciones Unidas.
Cuarenta minutos después, el video cambia a infrarrojo y muestra los rastros de calor de dos soldados sudcoreanos que se arrastran detrás del muro, hacia el desertor, y logran arrastrarlo a un sitio seguro. No muy lejos, soldados norcoreanos fuertemente armados empiezan a reunirse cerca del monumento a Kim Il Sung.
Por el momento, vuelve la tranquilidad de la frontera.
Sorpresivamente, los soldados del norte y del sur no se dispararon durante el primer incidente de este tipo en la zona en más de tres décadas. Las balas fueron en una sola dirección, hacia el desertor.
La deserción, varias operaciones y la lenta recuperación del soldado norcoreano causaron conmoción en Corea del Sur. La fuga, por otro lado, es una humillación para los norcoreanos. Pyongyang no ha dicho nada sobre el asunto por ahora.
Las acciones de Corea del Norte durante la fuga en la localidad fronteriza de Panmunjom violaron los artículos del armisticio que puso fin a la guerra entre las dos Coreas porque los soldados norcoreanos dispararon hacia el sur y cruzaron la línea divisoria al perseguir al desertor, según declaró el miércoles por la televisión el coronel estadounidense Chad Carroll, portavoz de las fuerzas de las Naciones Unidas. Una declaración del Comando de la ONU dijo que se había pedido una reunión con los comandantes norcoreanos para discutir las violaciones.
Después de someterse a dos operaciones la semana pasada para reparar lesiones internas, el soldado recuperó la conciencia y ya no depende de aparatos para respirar. Su médico dijo el miércoles que disfruta viendo películas estadounidenses y series como “Transformers”, ″CSI” y “Bruce Almighty”, y escuchando canciones pop sudcoreanas como “Gee”, del popular grupo de mujeres “Girls”.
“Su condición mejoró mucho desde ayer. Ayer le prendimos el televisor”, dijo el doctor Lee Cook-jong a la prensa. “Nos dijo que le dolió mucho cuando fue herido de bala, pero que ya no siente nada”.
Los médicos planean mantenerlo en cuidados intensivos por varios días para evitar posibles infecciones, señaló el vocero del hospital Sin Mi-Jeong.
Al tratar las heridas, los cirujanos extrajeron decenas de parásitos del intestino delgado del soldado, que estaba perforado, incluidos presuntas lombrices de hasta 27 centímetros, que podrían ser un indicio de que los soldados norcoreanos están desnutridos. El soldado mide 1,70 metros y pesa solo 60 kilos.
Unos 30 mil norcoreanos han escapado a Corea del Sur, la mayoría de ellos por sectores de la porosa frontera con China, desde el final de la guerra coreana de 1950.53.
