Vicepresidenta de Ecuador se enfrenta a repercusión política

Verónica Abad fue vinculada al caso ‘Nene’ al que está relacionado su hijo, Sebastián Barreiro Abad, por presunta concusión
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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Congreso de Ecuador decidirá el futuro político de la vicepresidenta Verónica Abad, vinculada al caso “Nene”.

La política de 47 años es sospechosa de relacionarse con su hijo, Sebastián Barreiro Abad, en el delito de concusión, una de las razones por las que la Asamblea Nacional puede llevar al banquillo del Pleno al presidente o vicepresidenta.

Aunque el pasado 12 de junio la jueza de la Corte Nacional, Daniela Camacho, le solicitó a la Asamblea autorización para procesar a Abad, los representantes del organismo de gobierno decidieron no adelantar su criterio y quitar la inmunidad que protege a la vicepresidenta hasta no conocer cuáles son los elementos por los que la acusan.

Además de Camacho, Diana Salazar, fiscal del Estado, estará detrás del caso al que ella nombró “Nene” por estar involucrado el primogénito de la vicepresidenta.

¿Por qué se habla de repercusión política contra Verónica Abad?

Respecto al caso “Nene” al que se involucra a Abad, el doctor Fernando Neira Orjuela, investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, asegura que se trata de una “repercusión política de parte del presidente Daniel Noboa”.

“Recordemos que desde el proceso electoral, en el momento en que ganaron las elecciones, se rompieron las relaciones. Él la tildó de desleal y eso ya de por sí dice mucho (…) Lo que observamos es que se quiere lograr una presión extrema a la vicepresidenta para obligarla a renunciar”, declara el especialista en la región.

En opinión de Neira Orjuela, el enviar a la vicepresidenta a Israel para ser parte del plan de pacificar la región fue también una decisión para perjudicarla, pues no tiene la capacidad para relacionarse en el caso.

Rommel P. fue quien denunció a la vicepresidenta y a su hijo por asegurarle un puesto de trabajo con un salario menor al que merecía. Foto: Especial

Es el presidente Noboa el que, asegura el investigador de la UNAM, tiene mucho que perder en este caso al considerar que en el poco tiempo que lleva en el poder ha demostrado ser una persona “supremamente autoritaria” no solo con la persecución a la vicepresidenta, sino con la invasión a la Embajada de México en Quito.

“Esto evidencia su incapacidad de manejar el diálogocoordinar con los diferentes actores políticos, lo que manifiesta su clara intención de aferrarse al poder como dé lugar (…) Preocupa porque este tipo de personas en América Latina han venido en aumento y pueden perjudicar a la región”, resalta el académico.

Desde la perspectiva del especialista, aunque el caso “Nene” pasará al Congreso, en el organismo el presidente Noboa no tiene mayoría. Es el partido Movimiento de Revolución Ciudadana, de Rafael Correa, el que más escaños cuenta.

De acuerdo con medios locales, la distancia entre el presidente y Abad es algo que busca mantener el jefe de Estado por sus intereses en la reelección para 2025. Si Noboa se inscribe como candidato, será su vicepresidenta quien lo relevará hasta que se conforme al nuevo líder del Ejecutivo.

Esteban Torres, viceministro de gobierno y apegado a Noboa, declaró que si Abad llega al poder, “lo primero que hará en el primer día es revertir todas aquellas victorias que el gobierno ha tenido, especialmente en la lucha contra la impunidad y la seguridad”.

Torres agregó que “sería nefasto” para Ecuador que una persona que no comulga con la visión y reacción del presidente asuma el poder.

Antes de que comenzara el caso contra su hijo, Abad aseguro que estaba al tanto de que había una campaña en su contra promovida por el gobierno de Noboa que no desea ceder su puesto en el momento que lo requiera.

El inicio del caso contra la vicepresidenta de Ecuador

Rommel P. fue quien denunció a la vicepresidenta y a su hijo por asegurarle un puesto de trabajo dentro de la institución de Abad con un salario menor al que merecía.

Según detalló el denunciante, su puesto se concretó en la suite de un hotel en Quito, donde se encontró con el hijo de la vicepresidenta y Daniel R., un asesor de Abad. Allí, le prometieron el cargo de coordinador con un sueldo de mil 500 dólares después de algunas negociaciones. Finalmente, lo obligaron a firmar un pago de 30 mil.

Respecto a la negociación, el denunciante remarcó que la vicepresidenta estaba al tanto de todo e incluso expuso las conversaciones que así lo afirman.

Con la denuncia de Rommel P. van nueve testimonios que afirman su declaración, entre ellos los empleados del hotel en el que se citó con el hijo y el asesor de la vicepresidenta.

Fue el 22 de marzo pasado cuando comenzó el caso contra el hijo de Abad, luego de que la Fiscalía realizó un operativo en las oficinas tanto de la vicepresidenta como de su primogénito.

Al cierre de esta edición, mientras que el hijo Abad se encuentra en prisión preventiva dentro de La Roca, una cárcel de máxima seguridad en Ecuador donde también encerraron al vicepresidente Jorge Glas, la vicepresidenta está en Israel, donde, por orden del gobierno federal, fue enviada para sumarse al plan de pacificación de la región.

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