Horas después de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se refiriera a Edward Snowden como un “regalo” incómodo por parte de Estados Unidos y de hablar sobre el futuro de quien reveló programas de espionaje de EU, el mandatario emprendió un viaje por el Golfo de Finlandia.
Aunque las actividades extremas no son nuevas para Putin, ayer sorprendió con un recorrido de media hora por el mar para ver un naufragio.
El ruso descendió 60 metros en una pequeña embarcación sumergible para ver los restos de la fragata Oleg, que se hundió en 1869, según informó la agencia AP.
Arqueólogos marinos estudian los restos que se encuentran frente a la isla de Gogland, 180 kilómetros al oeste de San Petersburgo.