El presidente venezolano Nicolás Maduro, en el poder desde 2013 y candidato a un tercer mandato en las elecciones del próximo 28 de julio, confía en que sigue siendo el hombre indicado para dirigir al país de la OPEP que ha sido gobernado por los socialistas durante un cuarto de siglo.
“Llueva, haga sol o relampaguee… vamos a ganar por goleada”, dijo en una reciente emisión en la televisión estatal, poco después de leer los resultados electorales simulados en los que consiguió “una victoria irreversible”.
Maduro, de 61 años, exministro de Relaciones Exteriores y conductor de autobús, ha intentado desplegar energía y confianza electoral a pesar de la evidencia de un fuerte apoyo a su oponente Edmundo González entre los venezolanos, cansados de años de privaciones económicas.
En #Cojedes nos lanzamos los prohibidos con el #GalloPinto. ¡Este #28Jul lo que viene es rumba! pic.twitter.com/sU4L5TqbHJ
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) July 23, 2024
Oposición, fuerte rival para Maduro en próximas elecciones
El exdiplomático González, de 74 años, reemplazó a la favorita de la oposición María Corina Machado en la boleta -que también incluye a otros nueve candidatos– después de que en enero se confirmará la prohibición de ocupar cargos públicos, destacó la agencia Reuters.
Maduro, heredero de su difunto mentor, Hugo Chávez, aspira a su segunda reelección, aunque la oposición venezolana, Estados Unidos y muchos otros países occidentales consideran que la victoria de Maduro en 2018 es una farsa absoluta.
Para el actual presidente de Venezuela, las elecciones se celebran el mismo día que habría sido el cumpleaños de Chávez, por lo que ha anticipado su victoria como un regalo para el difunto líder.
Maduro ha liderado el colapso económico prolongado en Venezuela desde hace más de una década, provocando un éxodo de unos 7.7 millones de migrantes, un país en donde casi el 82% de los venezolanos vive en la pobreza, y el 53% en extrema pobreza, sin poder comprar ni siquiera alimentos básicos, de acuerdo con un relator especial de la ONU en febrero tras visitar el país.
A votar para salir de la oscuridad 🇻🇪✨ @MariaCorinaYA @EdmundoGU #HastaElFinal #Venezuela #VenezuelaDecide pic.twitter.com/tdrYJlWwep
— Camila de la Fuente (@CamdelaFu) July 24, 2024
Maduro, un perfil teatral que arrastra pobreza y opresión
Maduro, un aficionado a la salsa con un don para el teatro, a menudo llama a los políticos de la oposición “demonios fascistas” y “los apellidos”, este último término en referencia a sus supuestos orígenes ricos.
Los ha culpado por el aumento de los cortes de energía, los ha acusado de sabotaje a la red eléctrica y ha dicho que se están preparando para denunciar el fraude electoral.
Los críticos, tanto en el país como en el extranjero, dicen que es un dictador que ha encarcelado o perseguido a opositores políticos y ha bloqueado reiterada e injustamente la participación de candidatos de la oposición en las elecciones.
Maduro, por su parte, niega esas acusaciones mientras promete inaugurar un nuevo período de paz y crecimiento que hará que la economía ya no dependa de los ingresos del petróleo.
Años de mala gestión, la caída de los precios del petróleo y las sanciones por parte de Estados Unidos han afectado la producción de crudo en Venezuela, aunque casi el 60% de los ingresos del país seguirán proviniendo del petróleo en 2024, según cifras oficiales.
El rostro de Maduro aparece en carteles pegados en farolas, murales y anuncios a lo largo de las principales avenidas de Caracas, con lemas que instan a la gente a votar por el presidente este próximo fin de semana.
Acompañado frecuentemente en la campaña electoral por su único hijo, Nicolás Maduro Guerra, ha realizado mítines para conseguir apoyo, donde a veces su bebida favorita ocupa un lugar central: el jugo verde.
Con información de Reuters