Venezuela, democracia en duda
Venezolanos opinan que las elecciones que se realizarán el próximo domingo en su país son una farsa. Ante las pocas posibilidades de que los candidatos de oposición ganen, ciudadanos optan por no votar
Mariana RecamierVenezuela tendrá elecciones el próximo domingo 20 de mayo y la democracia de este país sudamericano está en duda. Algunos venezolanos opinan que estos comicios no serán legítimos porque el actual presidente Nicolás Maduro está haciendo todo lo posible para lograr su reelección.
Este evento político se presenta en el contexto de una crisis humanitaria. Las personas de este país no tienen alimentos y los sueldos no les permiten sobrevivir. La situación es tan adversa que el número de migrantes venezolanos en América Latina pasó de 89 mil a 900 mil personas en dos años, lo que representa un incremento de más del 900 por ciento, según la Organización Internacional de las Migraciones.
Ante este panorama, en Venezuela las personas se están organizando para no votar como una forma de protesta contra las elecciones. Leonardo, un estudiante de 24 años que prefiere no decir su nombre completo por seguridad, considera que la mejor opción ante los comicios es el abstencionismo.
“Pienso que no tiene sentido alguno salir a votar porque los candidatos no convencen. Javier Bertucci se ha visto envuelto en un escándalo por corrupción vinculado a los Panama Papers, Henri Falcón es famoso por cambiar de bando y Maduro ha sido un pésimo gobernante”, afirma Leonardo.
El estudiante que vive en Caracas piensa que lo mejor que puede hacer un opositor al régimen en estas elecciones es no votar. Leonardo agrega que con la oposición fragmentada es imposible que los otros candidatos ganen las elecciones.
“La oposición está fraccionada en tres partes: los que apoyan al candidato Bertucci, los que apoyan al candidato Falcón y los abstencionistas. Estos últimos concuerdan con los oficialistas en que Maduro ganará las elecciones. La única diferencia es que los que apoyan a Maduro creen que ganará legítimamente, mientras que los abstencionista piensan que las elecciones están amañadas. Entonces el panorama apunta a favor de Maduro, no por popularidad, sino por lo dividida que está la oposición”, explica el estudiante de 24 años.
Leonardo argumenta que él y el resto de abstencionistas no quieren votar por diferentes razones: consideran que las elecciones están arregladas y que la “dictadura” no se erradicará con votos. También creen que existe un historial de elecciones amañadas y que participar en los comicios es legitimar el régimen actual.
“Salir a votar es legitimar el gobierno de Maduro y darle una imagen democrática ante la comunidad internacional. Por el contrario, los adeptos al gobierno tienen muy en claro salir a votar, están muy unidos a diferencia de la oposición”, opina el estudiante.
Desde México
Gisela Kozak es una escritora y profesora venezolana que asegura que las elecciones son una farsa. Ella vive actualmente en México porque salió de su país hace un año debido a la situación general en Venezuela, a los bajos sueldos de los profesores y la deserción estudiantil.
Esta profesora recibía por su trabajo en una universidad pública 12 dólares al mes, una cantidad que equivale a cuatro kilos de carne en el país sudamericano. Decidió mudarse a México para buscar mejores oportunidades y apoyar a sus familiares que se quedaron en Venezuela. Frente a las elecciones, le cuesta trabajo mantener una visión esperanzadora.
La profesora dice que votar el próximo domingo es un grave error porque “legitima las elecciones farsas del régimen venezolano”. La escritora agrega que después de los comicios, los venezolanos amanecerán con los mismos problemas que antes y posiblemente intensificados por lo que significa dentro de los mercados internacionales la ratificación de Maduro.
Sin embargo, la perspectiva de la escritora no es del todo pesimista. La profesora espera que después de las elecciones los venezolanos decidan organizarse para buscar un cambio.
“Una pequeña esperanza es que por lo menos el lunes la gente amanezca conversando, viendo cómo se pone de acuerdo y decida unirse porque entre más divisiones más se abona a favor de la tiranía de Nicolás Maduro”, finaliza Kozak.
Jóvenes no creen en la democracia
Jesús, un estudiante de 21 años que prefiere no usar su nombre completo, opina que las elecciones tienen nula credibilidad y que la democracia del país sudamericano muere poco a poco. Él vive en la ciudad venezolana de Barcelona y menciona que en parte sobrevive gracias a las remesas.
“El poder electoral en Venezuela tiene nula credibilidad porque los que conforman su directiva son abiertamente oficialistas. También, el ánimo general de la nación no está para elecciones. No sé si puedo hablar por la mayoría, pero definitivamente sé que muchos estarán de acuerdo conmigo en que la democracia en Venezuela ha estado muriendo poco a poco desde hace ya bastante”, comenta Jesús.
El estudiante de 21 años afirma que muchos venezolanos decidieron no salir a votar debido a los cambios en la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, un organismo que actualmente está conformado en su mayoría por miembros del partido de Maduro.
La necesidad de observadores
Iliana R. Santibáñez, directora del Departamento de Derecho y Relaciones Internacionales del Tecnológico de Monterrey sede Ciudad de México, menciona que no existe una oposición que pueda competir contra Maduro, no obstante, considera que los próximos comicios podrían ser un proceso democrático si organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales, tales como la Organización de los Estados Americanos (OEA) participan en este proceso como observadores.
“Esto podría dar a los países miembros de la OEA o a las naciones de este continente que tienen vínculos con Venezuela la certeza de que el régimen ha sido votado de forma democrática”, argumenta la directora.
Aunque los candidatos tienen pocas posibilidades de ganar, R. Santibáñez comenta que la existencia de la oposición habla de que se está viviendo un proceso democrático.
“Venezuela está catalogado en este momento como débil en su Estado de derecho, pero no podemos acusarlo de un régimen autoritario ni de dictadura. No podemos entrar a esos adjetivos porque hay una población que soporta las decisiones de su líder”, argumenta.
Por otra parte, la especialista afirma que la abstención en Venezuela sí tiene un impacto porque se traduce en la disminución de lugares para el partido de Maduro en el Congreso, sin embargo, considera que no es la misma consecuencia que votar por los candidatos de oposición.
“Con la abstención sí se disminuyen curules, pero no hay un impacto tan serio como si se votara por la oposición”, expone la especialista.
Santibáñez asegura que Maduro permanecerá en el poder. La especialista opina que todo está preparado para dar continuidad al régimen actual de Venezuela.
“A mí me parece que el andamiaje está preparado para mantener en el poder, lo cual habla de una situación desesperada para aquellos que no quieren este régimen”, finaliza.